Como es tradición salió la dolorosa de su habitual morada, como cada año por estas fechas se viste con sus mejores galas, acompañada de música propicia, recorre galante y erguida las calles más emblemáticas de la ciudad herculina, luce su hermosa corona de oro, y un bellísimo manto de terciopelo bordado en oro.

Su presencia en las calles de la ciudad se vio cercenada por la aparición de la dichosa pandemia que nos privó de su habitual paseo en estas fechas, recuperada la normalidad vuelve a celebrarse esta manifestación no solo de carácter religioso, también cultural y de tradición tal, que se haya fuertemente adherido al ADN de la ciudad.

HACIENDO UN POCO DE HISTORIA:

La fundación de esta Congregación se remonta al año 1673, habiendo sido canónicamente erigida en la iglesia parroquial de San Nicolás de La Coruña, donde tiene su Capilla. En 1778 la Congregación, en la que podrían ingresar, y de hecho ingresaban, tanto clérigos como seglares, se incorpora a la Orden de los Padres Servitas, gozando a partir de este momento sus miembros de las gracias y privilegios que los Papas habían concedido a la citada Orden. En 1788 el rey Carlos III, por real cédula, aprueba las Constituciones de la Congregación, que en adelante se denominará Real y Venerable Congregación del Divino Espíritu Santo y María Santísima de los Dolores. Lo que se añade es el título de «Real».

Así queda legalizada la institución. La devoción a la Virgen Dolorosa ha arraigado y se ha difundido por toda la ciudad, llegando a ser la predilecta de los católicos coruñeses que, si nunca la tuvieron olvidada, se acordaban de ella como instintivamente en los momentos de apuro y peligro. Así, por ejemplo, a ella acuden en 1854 cuando la peste del cólera asolaba la ciudad. Y a su protección atribuyeron el que el cólera cesara, a los pocos días de haber sido sacada procesionalmente por las calles de la ciudad la imagen de la Virgen de los Dolores.

La tarde climatológicamente, dio pie a que el recorrido se hiciese cumpliendo el ceremonial, acompañaban a la imagen autoridades civiles y eclesiásticas, estas revestidas con sus ropajes distintivos de su categoría eclesial, así vimos al Arzobispo de Santiago Julián Barrio apoyado en su Báculo revestido con las ropas que la ocasión requería, no faltaron a la cita el consabido grupo de señoras ataviadas de la tan española mantilla, La música acompañó a la dolorosa en todo el recorrido, lo mismo el gran número de cofrades de distintas parroquias, ocultos sus rostros por los clásicos capuchones.

En distinto tramos del recorrido esperaban a la SEÑORA diferentes corales que, ofrecieron sus composiciones musicales. En esta ocasión lo hicieron “FOLLAS NOVAS” en el Teatro Rosalía y en las escalinatas del Casino herculino en la C/Real-como es costumbre-hubo una parada del trono que portaba a la dolorosa y la CORAL POLIFÓNICA de la sociedad-dirigida por JUAN BERNÁ PÉREZ -interpreto la consabida salve, a la vez que una de las coralistas ofrecía un ramo de flores a la Virgen.

Con esta primera procesión se da el pistoletazo de salida a las demás procesiones de la Semana Santa Coruñesa, que en días sucesivos recorrerán las diversas calles  de MARINEDA.

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