El Gobierno decretó en el día de ayer, domingo, un nuevo “Estado de Alarma”, con “Toque de queda” incluido, de 23 horas a 6 horas, aunque variable por parte de las Autonomías. Se acabó pues la “Nueva Normalidad”, denominación de origen pandémico que muy poco, o nada, gustaba a algunos de mis lectores, sobre todo a un grupo de “Vox” y también a algunos otros vinculados, directa o indirectamente, con el PP y con Ciudadanos.

Fueron 121 días los que permaneció esa “Nueva Normalidad”, que sucedió al primer “Estado de Alarma”, durísimo confinamiento que había durado nada menos que 100 días, concretamente del 14 de marzo al 21 de junio pasado. Y con mi artículo del pasado sábado, día 24. puse fin a la serie que bajo esa denominación de “Nueva Normalidad” vine publicando de forma continuada desde el 22 de junio.

A partir de ayer, cosa que estoy seguro complacerá a mis referidos lectores discrepantes con el pre-título genérico “Nueva Normalidad”, los titulares de mis artículos recuperarán el formato tradicional anterior a la Cuarentena del maldito Coronavirus iniciada el pasado 14 de marzo.

Como anunció el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (primera fotografía), tras el Consejo de Ministros Extraordinario celebrado este domingo, España entró ese mismo día en un   nuevo “Estado de Alarma”, aunque más liviano y llevadero que el que soportamos al inicio del gran confinamiento nacional. Además, en el actual, las Autonomías tienen arte y parte en horarios, actividades, etc.

La decisión del Gobierno, que a buen seguro apoyará hoy el Congreso de los Diputados, está más que justificada, sobre todo si tenemos en cuenta que España es el primer país de Europa que ha superado el millón de positivos a causa del maldito Coronavirus; y, además, con una peligrosa curva ascendente, lo que había llevado a varios gobiernos autonómicos a solicitar al Gobierno que decretase este nuevo “Estado de Alarma”. Lamentablemente, eso es lo que hay. ¡¡¡Agua y ajo….”.

En referencia a mi artículo sobre “El libro más caro del mundo”, del que es autor el polifacético Xosé Farruco, su excelente amigo y asesor fiscal Andrés López García, me remitió este guasapo: “Buenas tardes, apreciado Roberto. Ya he visto la publicación, y muy bien recogido todo. Muchas gracias por la cita. Un fuerte abrazo”.

Para regocijo y cachondeo del personal, mofa y befa, estos días circulan por las redes sociales una serie de “noticias absurdas” que han sido publicadas en diversos medios informativos. “Faro de Vigo” publicó: “El rural ourensano registra un mayor número de entierros que de muertes”. El “Diario de Pontevedra” nos dejó esta perla: “Fallece por segundo día consecutivo una mujer de 103 años”. De nuevo, el “Faro de Vigo”, nos regala esta obviedad: “Este año va a morir gente que no había muerto nunca”. Y para no ser menos, la Xunta de Galicia publicó: “en el municipio de Ourense están prohibidas las reuniones de personas sin vida”.

Acompañado del cuadro de la segunda fotografía que ilustra este artículo, la escritora y pintora Ana-Isabel Leonett me remitió este preocupante mensaje: “Debido a mi enfermedad macular, me es imposible seguir con la pintura y he cogido los pinceles para hacerles un honor a mis cinco hijas, a las que quiero a rabiar, antes de perder la visión. ¡Saludos y cuídate!”. ¡¡¡Ánimo “Leoncita”, la vida sigue!!!.

Hace unos días, en “Facebook”, el conocido hombre de negocios y gran amigo Paco Canabal, Cónsul de Cabo Verde en Galicia, daba la buena nueva de que el Aeropuerto de La Coruña había recuperado el vuelo de las 6.30 a Madrid, operado por “Iberia”. Alberto Varela hizo un comentario no muy atinado, a mi modo de ver, sobre el asunto, y me respondió. “Roberto L. Moskowich-Spiegel Pan no me lo tome a mal, y no es mi pretensión ser crítico, pero las compañías aéreas a modesta opinión, nos tratan a nivel unilateral, dejando servicios sin atender”.

En relación con mi reciente comentario sobre el forzoso cierre, causado por el maldito Coronavirus, de la acreditada Agencia de Viajes RAI, situada en pleno centro de la ciudad de La Coruña, recibí el siguiente guasapo de Estefanía Diz Picos (Fanny), su Directora: “Hola Roberto. Ya leí tu crónica. Como siempre, excelente. Pues sí, al final decidimos cerrar la oficina. Gracias por tus experiencias y lealtad durante estos años. Un fuerte abrazo, mío y de mi padre”.

Hace varios días, publiqué la foto de una de las “plantas del dinero” que tengo en mi terraza, con varias flores, sencillas pero muy bonitas, por cierto. Y este es el comentario de la geóloga y museóloga coruñesa Cristina Torre Cervigón, residente en Madrid”: “Nunca la vi con flor!!!! Qué suerte!!!!!!”.

Acerca de mi artículo, y su comentario, sobre el recién celebrado “Rally Rías Altas 2020”, de coches históricos, José-Ramón Mella, escribió: “Muy bien los relatos y el Rally también. Me llamaron los Alberto, director de la prueba, y Ernesto, presidente. por lo de la chatarra….y así es. Buen fin de semana. Abrazos”.

En relación con un “histórico” camión-grúa, todo destartalado, que está en el Puerto de Sada (La Coruña), la valenciana Pilar Gómez escribió lo siguiente: “Hola Roberto. Qué chuli el camión, y que curiosidad llevar las baterías en la cabina. Yo pienso que era para que no las robaran. Pero era peligroso por el ácido. También eran otros tiempos. Un abrazo y besos”.

Finalizo por hoy. Prometo seguir publicando más crónicas durante este nuevo “Estado de Alarma”. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)

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