Galicia siempre ha sido una tierra de grandes músicos y, entre los actuales, ocupa un destacado lugar Maximino Zumalave, a quien tuve el gusto de conocer en sus tiempos como Director de la más que centenaria Coral Polifónica “El Eco”, de La Coruña, entidad de la que tengo a gala ser Presidente de Honor tras haber sido coralista y su Presidente efectivo durante casi catorce años.

Pues bien, a finales del recién finalizado enero, Maximino Zumalave ha cumplido nada menos que sus “Bodas de Oro” como miembro de la Real Academia Gallega de Bellas Artes “Nuestra Señora del Rosario”, destacada circunstancia a la que corresponde la primera fotografía y por la que le felicito muy cordialmente, y con tan fausto motivo ha publicado este mensaje en las redes sociales:

“Hoxe, 27 de xaneiro, cúmprense 25 anos do meu ingreso na Real Academia Galega de Belas Artes “Nosa Señora do Rosario”. Non foi de todo casual elixir o día do cumpleanos de Mozart. Meu recordo, agarimo e gratitude a todos os que me acompañaron aquel día”. ¡¡¡Enhorabuena, Maestro!!!.

El maldito Coronavirus nos ha complicado la vida de mala manera. Y esto es lo que escribió Antonio Abeijón: “Son la siete de la tarde. Después pasar el día en casa, con la excepción de una breve salida al Super y después de alimentar a mis invitados Curro y Curra, lo cual implica la alimentación y la limpieza de la jaula, retorno al hogar con el regusto de dejar la calle por donde los escasos viandantes caminan como fantasmas, exentos de alegría y como si cumplieran un deber penoso.

“¿Qué pensarán -pienso yo- todas esas gentes que obligadas unas por indispensables salidas o por la perentoria necesidad de aire fresco, salen a recorrer el camino, que en otro tiempo más feliz, era de su agrado?.

“La mascarilla no ayuda a la confraternización amistosa o vecinal. No se conoce a la gente. Hay que destapar el rostro para conocerse, lo cual altera la norma, si no se portan claramente, signos de identidad personal: cabeza grande o pequeña, calva monda lironda o cabellera espesa, blanca o rubia, habitual cubre cabeza, andar marcial o cansino… o en fin cualquier otra muestra significativa.

“Pero lo peor del caso, es que nuestro amigo o convecino se cruza con gesto adusto, como si alguien o todo el mundo estuviera en deuda con ellos.

“Hoy ya no hay un cruce de saludos en el portal. Hay que cruzarse deprisa, y si es posible sin hablar. El bichito del Covid-19 puede salir entremezclado entre el aerosol de la saliva y la palabra. ¡Con lo bonito que era la buena vecindad!

“Pero bueno; tomémoslo con calma y con paciencia. Y confiemos en Dios. A lo peor, desde el recuerdo a Curros Enríquez estará diciendo aquello: «Si este e o Mundo que eu fixen, c`o Demo me leve».

Entre las numerosas fotografías antiguas de la ciudad de La Coruña que circulan por las redes sociales se encuentra la segunda de las instantáneas que publico hoy. En ella se ve un estupendo trolebús de dos pisos, concretamente uno de la denominada “Línea 3”, que hacía el recorrido entre La Marina y la Ciudad Escolar, y que en su día había sustituido a los tranvías de color amarillo.

Esa vieja fotografía dio lugar a la reapertura del debate promovido por los defensores del transporte eléctrico, al que consideran más barato y, sobre todo, menos contaminante, y que reprochan la desaparición del Tranvía Turístico, que desde Puerta Real llegaba hasta el Estadio de Riazor, pasando por cerca de la Torre de Hércules….

Siempre digo que una de mis frases preferidas es “La vida sigue”, afirmación que adquiere gran importancia en estos duros tiempos del maldito Coronavirus. Por eso me complace recordarles que en la tercera decena de enero han cumplido años: Nina Peña, Presidenta del Hospital San Rafael; José Paz Carreira, hematólogo; Consuelo Almoyna, Gestora Procesal; Tania Ulloa, pintora; Matilde Rabina, administrativa; Manuel Villarino, Feirart; Carmen Garrido, periodista; Antón Pedreira, librero; Ernesto Regueiro, funcionario Ayuntamiento de La Coruña; Aurora Moinelo, psicóloga; María Vázquez, teleoperadora; Patricia Frick, sanadora; Katherine Muñoz, diseñadora gráfica; Jesús Valencia, empresario; Maximino Zumalave, músico; Chema Cañás,  diseño creativo; María Sande, escritora; Mónica Arrojo, restauradora; Elena Catalán, ilustradora y bruja; Conchi Regueiro, escritora; Fátima Cobo, funcionaria; José-Juan Galindo, ex bancario; Brenda Mezzini, poeta y traductora; Gala Santalla, fotógrafa; Beatriz Campos, actriz; Carlos Aymerich, profesor de la UDC; Cesáreo Sánchez, escritor; Oscar Benito Portela, ex alcalde de Sada; Guapecha Castaño, sanitaria; Manuel Piñeiro Cide, empresario; Paula Fernández Pena, senadora; Chero Celemín, concejal Ayuntamiento de La Coruña; Rosa Martínez Dios, lingüista; Estela López, profesora de Inglés; Alfonso Hermida, periodista TVG; Ana-Luisa Bouza, antropóloga; y Fina Vilas Cancela, pensionista. Les reitero mi felicitación, con el deseo de poder hacerlo muchos años más.

En relación con mis actividades diarias, a pesar del maldito Coronavirus, la gran paellera valenciana Pilar Gómez, me remitió este correo: “Roberto, siempre estás ocupado. Pero eso es bueno para ti, que tomas notas de todo.  Yo seguiré leyendo y aprendiendo de mi buen Maestro y mi gran amigo. Un abrazo. Besos”.

Finalizo por hoy, pero les prometo que seguiré publicando más crónicas de este “Estado de Alarma-Toque de queda”, que estoy deseando que se acabe de una puñetera vez. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)

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