Como periodista deportivo (con el número 18 de carnet profesional) me gusta, de vez en cuando, escribir sobre la que fue mi principal actividad informativa durante los casi treinta años que estuve en “La Voz de Galicia”, bajo las órdenes directas de un maestro de periodistas como era Vituco Leirachá Aneiros, y también en el lamentablemente desaparecido semanario deportivo “Riazor”, que estaba dirigido por otro gran profesional de la información, de nombre Orestes Vara Calzada. Y en esta ocasión lo hago para referirme a la injustificada e injustificable defenestración de la ex atleta internacional gallega Marta Míguez (con quien aparezco en la fotografía que ilustra esta información) como máxima responsable de la Secretaría para o Deporte de la Xunta de Galicia, dependiente directamente del presidente del mencionado ente autonómico, en este caso Alberto Núñez Feijóo. A juzgar por las palabras de la propia Marta Míguez (ver “La Opinión” del día 13 del actual) se enteró de su cese a través de los medios de comunicación, cosa que no le gustó lo más mínimo, pese a lo cual se mantuvo leal hasta el último momento. La deslealtad, en este caso, fue de Núñez Feijóo, que hizo gala de una falta total de delicadeza institucional, de muy poco estilo, de deshonestidad política, y de un autoritarismo impropio de estos tiempos. Y todo para buscarle “acomodo” al cuestionado dirigente vasco José-Ramón Lete Lasa (que ya había estado 2 veces en el cargo), al que los socialistas no tardaron en expulsar en el pasado mes de junio de la presidencia del Consejo Superior de Deportes, puesto al que había accedido merced al apoyo de Feijóo. Lo más triste de este extraño “affaire” es que Marta Míguez gozaba del aprecio general del deporte gallego, tras dos años como máxima responsable del mismo. Viva el amiguismo…. ¡País!. (Foto: Lajos Spiegel)

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