Se nos fue D. Carnal, con sus tiempos dedicados a la burla, a la sátira, con su música y danza; durante estos días al pobre mortal se le permitió hacer crítica social, ridiculizar a los gobernantes, a los nobles, al clero e incluso a la moral religiosa.
Los rostros ocultos tras máscaras de originales diseños o disfraces de complicada confección, dieron rienda suelta a cambios de identidad; así vimos en los desfiles a voluminosos príncipes de la iglesia, luciendo fastuosos ropajes y bien visibles tiaras. símbolo inequívoco de su dignidad eclesial. divertidos payasos, magnánimos monarcas o princesas de lánguida mirada…
Todo ello aderezado con música propia de la ocasión.
El Casino herculino no fue ajeno a ello, a tal fin organizó la ya tradicional cena-baile a la que acudieron en gran número sus socios y amigos ataviados con vistosos atuendos, tanto los que acudieron formando grupo como a nivel individual, fueron acreedores a los aplausos de los asistentes que premiaron su ingenio con interesantes premios.
Obtuvieron premio-
MODALIDAD “A” (Individuales, Parejas y Trios)
1er premio. Disfraz, ”VELITINAS” (José Manuel y Fátima),
2º Premio: Disfraz, ”HAWAIANA”(Pacucha).
3er Premio:Disfraz,Brujita”,(Amparo Roquer).
MODALIDAD “B” (Grupos).
Premio único: Disfraz “LOS JEQUES Y SUS CHICAS”,(Mary Carmen, Juana, Manolo y Jesús).
La velada transcurrió con suma animación, amenizada por Carlos Manteiga, que interpretó música muy del agrado de los presentes. El animado baile duro hasta bien entrada la madrugada.
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Ahora nos quede lidiar con la rígida Cuaresma, esa DAMA de aspecto siniestro, de actitud sombría y agria mirada, vestida con ropajes negros o morados, con gesto adusto y amenazante, nos indica inexorable el camino a seguir, por lo menos durante 40 días.
Todo son prohibiciones, sí a los cilicios y flagelos, después de tanta licencia, vienen tiempos de austeridad, arrepentimientos y promesas a los dioses, es momento de interiorizar nuestro espíritu y prepararnos para el nacimiento de la nueva temporada, llamada equinoccio de primavera, esta nos traerá su luz y verdor, durante el mismo somos testigos del rebrotar de la naturaleza, todo es alegría y fecundidad, atrás quedan los sombríos días invernales.
Preparémonos para disfrutarlo, dejemos que la nueva sabia recorra nuestro cuerpo y desbrocemos el camino al hombre nuevo que renace con el ímpetu del caballo ganador.
Desde FEDELLANDO hacemos votos para una feliz singladura.