Un inoportuno “achuchón” impidió a mi buen amigo José-Manuel Liaño Flores (primera fotografía), ex Alcalde de La Coruña, acompañarme el martes en la celebración de mi Cumpleaños, festejo del que es uno de los “fijos”. Próximo a cumplir 99 años de edad, es el “Decano” de mis fiestas de Cumpleaños y Aniversario Vital, en las que desde el citado martes cuenta con un Vicedecano de 93 años recién cumplidos: Dagoberto Moll, una leyenda viva del Real Club Deportivo de La Coruña.

José-Manuel Liaño me remitió este jocoso texto, que incorporo a mi información de hoy: “Querido Moskowich: Siguiendo con tu “Nueva normalidad”, que se nos avecina poco normal, te envío mi comentario sobre “La filosofía de los refranes sobre la justicia”, por si a tu juicio, merece la publicación en tus artículos, para solaz de los numerosos lectores que siguen tus trabajos.

“Los refranes son objeto de estudios varios, incluso dan lugar a una palabra nueva, la “Paremiología”, según explica Gonzalo Torrente Ballester, miembro que fue en vida de la Real Academia Española, que los analiza con intención científica, unos introducidos en el lenguaje coloquial y que casi han perdido su primitivo carácter, y otros que son traídos a colación, extraídos de la memoria pero siempre oportunamente citados. Son en definitiva como la filosofía practica elaborada por el pueblo español a lo largo del tiempo, y de los que extractaremos aquellos que más se refieren a los dichos sobre la Justicia.

““De las palabras, no el sonido, sino el sentido”. Aconseja tomar en sentido recto lo que se oye y no ser suspicaces buscando a las palabras un doble sentido. Por eso dice otro refrán: No habría palabra mala si no fuese mal tomada.

“En cada tierra, su uso, y en cada casa, su costumbre”. Mencionado en el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, este refrán recomienda no tratar de cambiar las costumbres del sitio donde se permanezca ni del que nos presta su hospitalidad. Muy usado y aplicado en nuestra tierra gallega por causa del minifundio y de la costumbre que hace Ley.

“Deudor no muera, que la deuda en pie se queda”. Dice que por odioso que nos parezca el deudor, más vale, con mucho, que esté vivo, por si algún día puede pagar, pues si se muere, por cancelada quedaría la deuda.

“Di tu razón y no señales autor”. Aconseja que cuando se defienda alguna postura u opinión no sea a costa de inculpar a otro. También recomienda no hacer públicas las cosas que puedan suponer algún perjuicio para los demás. En otras palabras: Se dice el pecado, pero no el pecador.

“Dijo bien el que dijo: “no hay delito sin móvil ni móvil sin delito”. Refrán de ultimísima generación, reprueba el uso y el abuso que se hace hoy donde quiera del teléfono inalámbrico, al que alguien, no sin tilín, vino a llamar “la oncena plaga”.

“Entre hermanos, no metas tus manos”. Aconseja no mediar en las disputas entre familiares, porque antes o después ellos acabarán por reconciliarse, y la situación, entonces, se volverá contra el mediador. También se dice, con igual sentido: Entre padres y hermanos, no metas tus manos.

“Donde hay más doctores, hay más dolores”. Pues cuantas más opiniones haya, tanto más difícil será ponerse de acuerdo en nada. Alude a los médicos, cuya ciencia ha sido siempre objeto de desconfianza en el refranero.

“Español da tiza después que pifia”. En analogía con el juego del billar, dice que los españoles solo cuando ya es demasiado tarde tratan de poner remedio a las cosas.

“Tanto va el cántaro a la fuente, que por fin se rompe”. Citado por Cervantes en el Quijote, advierte que el que frecuentemente se expone a las ocasiones de peligro al final acaba por salir dañado.

“Al buen callar llaman Sancho”. Alaba la discreción en el hablar, tenida siempre por optima virtud. Bien lo sabía Sancho II de Castilla, el cual -de ahí el origen del refrán- supo ejercitarla con provecho cuando su padre, Fernando el Magno, legó la ciudad de Zamora a su hija Dña. Urraca.

“Tres españoles, cuatro opiniones”. Alude a la conocida fama individualista del español, que rara vez atiende a las razones ajenas y siempre pretende imponer su voluntad a los demás.

“Y me despido con éste último refrán “Do hay buen seso, hay otro mejor”. José Manuel Liaño Flores. Abogado. Juez jubilado. Académico”.

Sobre mi nuevo libro “Coronavirus: La pandemia que aterrorizó al mundo”, que presenté el pasado martes 14, recibí este mensaje de Julia-María Dopico (2ª foto), Profesora del Conservatorio Superior de Música de La Coruña: “Enhorabuena amigo Roberto por tu nueva publicación que será sin duda y como bien dices un documento que refleje históricamente lo vivido en esta pandemia. Te deseo todo éxito y también un muy feliz día de cumpleaños. Que lo disfrutes!!”. Muchas gracias, querida Julia-María.

Y otra buena amiga, Katy Rey Ordax-Avecilla, me dedicó este guasapo: “Felicidades, en este día tan importante para ti y todos los amigos que te queremos. Estoy segura que tu nuevo libro sobre la pandemia va a ser otro gran éxito para ti. Disfrútalo y que se repita durante muchos años. Un abrazo Roberto”. Muchas gracias, y tú que lo veas, querida Katy.

Finalizo por hoy, con la promesa de seguir publicando más crónicas de esta “Nueva Normalidad”. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)

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