Antes de escribir sobre el estupendo libro de José-Luis Jiménez titulado “Gregory Kunde. Una vida para cantarla”, preferí finalizar la lectura de su obra. Y no me arrepiento de mi decisión, ya que eso me permite tener ahora una visión más amplia de los avatares vitales, artísticos y personales de ese gran tenor americano.

La sombra del maldito Coronavirus, que una semana más tarde obligaría a que el Gobierno decretase el Estado de Alerta en el que aún seguimos inmersos, planeó sobre el gran auditorio de “Afundación”, en La Coruña, y a la presentación de esa biografía autorizada asistimos muchas menos personas de lo que sería de esperar, sobre todo teniendo en cuenta que asistió el propio Gregory Kunde (con quien aparezco en la primera de las fotografías que ilustran este artículo), que nos deleitó con tres grandes intervenciones en directo, soberbiamente acompañado por la excelente pianista rusa Ludmila Orlova, a la que recuerdo de actuar en varias ocasiones con la más que centenaria Coral Polifónica “El Eco”, de La Coruña, en los tiempos en que yo era Presidente de la misma.

La primera intervención en la presentación del libro de José-Luis Jiménez (segunda de las fotografías) corrió a cargo de mi buen amigo Chema Paz Gago, Vicepresidente de “Amigos de la Ópera” de La Coruña, quien dijo que la vida de Gregory Kunde era un soberbio ejemplo de superación y vitalidad, sobre todo tras haber sufrido un gravísimo cáncer. Pero su fe, constancia y calidad lo han llevado hasta lo más alto como un tenor de referencia, afirmó.

Finalizada la certera intervención de Chema Paz Gago, disfrutamos con la audición videográfica del aria “Asile hereditaire”, de la ópera “Guillermo Tell”, que Kunde cantó en el Palacio de la Ópera de La Coruña en abril del año 2010, una soberbia actuación que levantó al público de los asientos y generó laudatorias críticas de los mejores críticos mundiales, lo que abrió a Kunde las puertas de los grandes teatros del mundo. Los asistentes a la presentación del libro rubricamos con nutridos, largos y merecidos aplausos la repetición de tan colosal intervención.

César Wonenburger, de “Amigos de la Ópera” de La Coruña, se centró en particular en las dos etapas artísticas de Gregory Kunde: en La Coruña, con “Aquí llegó y venció”, España y otros grandes teatros del mundo, fielmente reflejados en el libro de José-Luis Jiménez, dijo. Comentó que ahora hay menos sensibilidad con la cultura, y se refirió al autor del libro, afirmando: “Hay pocos autores en España que escriban bien sobre música y ópera, y José-Luis Jiménez es uno de ellos”.

Intervino a renglón seguido el autor del libro, el periodista madrileño José-Luis Jiménez, afincado hace bastantes años en La Coruña y vinculado a nuestra sensacional Orquesta Sinfónica de Galicia, cuyos estupendos Programas redacta. Jiménez hizo un ilustrativo recorrido por el contenido del libro, y su gestación y desarrollo, destacando la gran colaboración y excelente disposición de Gregory Kunde para conseguir llevar a buen puerto la obra, y dio paso a otra soberbia intervención en directo de Kunde con “La Tabernera del Puerto”, romanza muy bien acompañada por el virtuosismo pianístico de Ludmila Orlova, recibiendo como justo premio varios minutos de sonoros aplausos.

Otro gran amigo, Basilio Rodríguez Cañada, Presidente de la “Editorial Pigmalión”, editora del libro, dio las gracias a los asistentes, a los organizadores, y a los participantes en la presentación, destacando que el libro ya había sido exitosamente presentado en Madrid, Barcelona y Sevilla, pero que la de La Coruña era muy especial, ya que “fue aquí donde empezó todo”. Dijo que era una obra literaria muy bien trabajada, y que “aunque no somos especialistas en el tema, apreciamos la buena música”. Destacó la grandeza, el esfuerzo y la superación de Gregory Kunde ante la adversidad, tenor que recibió interminables y merecidos aplausos al deleitarnos cantando en directo una pieza de la ópera “Un ballo in maschera”, de Giuseppe Verdi, de nuevo muy bien acompañado al piano por Ludmila Orlova.

Por último, Gregoy Kunde se dirigió al público en un italiano fácil de comprender. Dijo que consideraba muy interesante y ajustado el libro sobre sobre su vida. Dio gracias a todos lo participantes, al público por su asistencia y aplausos; y, sobre todo, al autor del libro. Subrayó que guarda inolvidables y sensacionales recuerdos de La Coruña, y tras casi dos horas de duración del acto, puso auténtico “broche de oro” al mismo con una impecable interpretación de “Una furtiva lágrima”, de la ópera “L’elisir d’amore”, de Donizetti, muy bien acompañado por el piano de Ludmila Orlova. Interminables aplausos premiaron, justa y merecidamente, esta gran intervención, en la que Kunde dejó constancia, una vez más, de la versatilidad de su potente y excelente voz.

El libro, de 328 páginas y una buena cantidad de valiosas fotografías históricas recoge la vida de “un tenor milagro, o varios milagros”, según se dijo, de un tenor que a partir de los 50 años se “recicló” con gran éxito. La obra contiene anécdotas, hechos y reflexiones sobre “un currante del canto” que hizo carrera con grandes esfuerzos y sacrificios. Tenor del “último minuto”, incluso en La Coruña, sustituyó exitosamente a grandes figuras mundiales, hasta llegar por méritos propios hasta lo más alto.

La obra se cierra con un emotivo “Epilogo” escrito por la esposa de Kunde, Linda Wojciechowski-Kunde, que remata así: “….todos su éxitos, todos sus logros a lo largo de cuarenta años de trayectoria profesional, proceden de una determinación férrea, en colaboración mano a mano con su firme fe”. Y si Linda lo dice, creo que razón no le falta.

Y no quiero rematar este artículo sin lamentar la sensible pérdida de Julio Andrade Malde, soberbio crítico musical que, pocos días antes de morir, a causa del maldito Coronavirus, había dedicado un soberbio y laudatorio comentario a la presentación del libro y a Gregory Kunde en las páginas de “La Voz de Galicia”. A Julio lo conocí durante mis treinta años en “La Voz de Galicia”, donde su hijo Alfonso, con quien viajé a diversos estadios del mundo acompañando al Real Club Deportivo de La Coruña, ocupa un destacado puesto. Descanse en paz el recordado Julio, y mi más sentido pésame a su familia y numerosos amigos. Tal cual se lo cuento. (Fotos: Lajos Spiegel)

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