Obedeciendo las ordenanzas dictadas por la superioridad, que decían, «Cenen hoy buesas mercedes en paz, las guerras bien quedaron atrás, degusten lo que se servirá, que a buen seguro será manjar y beban el buen vino, también bailen en este lugar y después cada cual decidirá…»

Bajo esta ordenanza se celebró un año más la tradicional cena medieval en el Sporting Club Casino de la Coruña. Los comensales acudieron ataviados para la ocasión. La música era la que se requería, sin hablar de las viandas, servidas por mesoneros de pro. El lugar, propicio.

Un año más los salones que el Casino herculino posee en la C/Real se vieron ocupados por personajes muy interesantes. Por estos se pasearon guerreros con sus cotas y espadas, damiselas perfumadas luciendo bellísimos trajes y diademas indicativas de su alcurnia y abolengo; doncellas muy solícitas; cantineras con sus mandiles adornados de ricas puntillas. No faltaron a la cita el acordionista de turno ni el solicito lancero acompañando a su Señor y como no, algún frailecillo dispuesto a impartir bendiciones e indulgencias, Todo un personal dispuesto a pasárselo bien. La autoridad lo había así ordenado.

Se pudieron degustar ricas viandas traídas de los lugares más emblemáticos de la comarca. Así, se sirvió pulpo de los Pelamios, mejillones da Torre, codillo del Castro de Elviña, y así un largo etc, todo ello regado con el buen vino de los dominios de la Abadía de San Salvador de Sobrado.

Como colofón se sirvió una abundante queimada do (Bruxo, conxuro incluido), con castañas asadas y una muy sabrosa infusión de semillas de cafeto Arábigo. Hubo sorteo de regalos muy del gusto de los asistentes, La animación era tal, que el baile-amenizado por el trío “Nostalgias”, se prolongó hasta altas horas de la madrugada

 

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