El coruñés Antonio Peña, de 85 años, celebra las “Bodas de Plata” de su segundo corazón

Muchas veces hemos oído decir aquello de “Con nocturnidad y alevosía”, refiriéndose a dos circunstancias agravantes cuando se comete un delito. Pero en el
caso del coruñés Antonio Peña Rubinos, de 85 años de edad, la “nocturnidad” le trajo la salvación. Hace 25 años, una gravísima enfermedad cardiaca
amenazaba con llevárselo al “otro barrio”, y su posible salvación pasaba por sustituir su deteriorada víscera por una nueva. Pero el trasplante se hacía
esperar tanto que casi había perdido las esperanzas. Hasta que un día recibió una llamada telefónica del Hospital Juan Canalejo, de La Coruña.

Un joven vallisoletano de 19 años de edad acaba de morir en el Hospital Río Ortega, de Valladolid, a causa de un traumatismo cráneo-encefálico producido en
un accidente de moto. Y fue así como un jueves-viernes por la noche, tras una operación que duró más de tres horas y media, Antonio recibía un nuevo
corazón.

Conozco a Peña (con quien aparezco en la fotografía) desde hace muchos años, ya que fuimos compañeros en el Banco de La Coruña y en el Banco de Bilbao,
donde también trabajo su fallecido hijo “Peñita”. Por cierto que Antonio, que cumple las “Bodas de Plata” de su nueva víscera cardiaca, es el “buque
insignia” de los trasplantados del ahora llamado “CHUAC” y el primer trasplantado de corazón de Galicia.

¡A por las “Bodas de Oro”, mi querido amigo y compañero!.

(Foto: Lajos Spiegel)