En estos tiempos, no es fácil dar clase a adolescentes. Los profes, además de dominar su asignatura, tienen que lidiar con la conducción de grupos, en los que suele haber elementos conflictivos. Yo estudié siempre en centros públicos y di clases en dos Academias (Don Emilio-Academia Galicia, y Sergio Vázquez-Vázper) y nunca vi los problemas que hay ahora. Por eso tienen mucho mérito profesores como Conchi López Andrade (con quien aparezco en la fotografía), que lleva unas tres décadas dando clases de Filología Inglesa. Madre de dos hijos, mayores de edad, Conchi (La Coruña, 9-3-1963) es luchadora, creativa, conceptualmente de izquierdas y muy espiritual. Le gusta viajar, el cine, la filosofía, el baile y el esoterismo. Heredó el carácter castellano de su padre, y la habilidad de su madre, la pintora coruñesa Concha Andrade, a quien dediqué un “fedello” hace poco. Tras pasar por el Colegio Cristo Rey, Conchi hizo COU en el Instituto Femenino de La Coruña, y Filología Inglesa en la UDC y la USC. Ejerció como Profesora interina en Lugo (Nª Sª de los Ojos Grandes) y en el IES de Vilalonga (Pontevedra). Tras aprobar la oposición, estuvo en prácticas un par de años en el Instituto Femenino y en Curtis (La Coruña). Ya como definitiva, dio clases en el IES Taboada Chivite, en Verín (Ourense). De allí pasó, en comisión de servicio, al IES de Mos (Vigo), porque acaba de ser inaugurado. Al año siguiente, plaza definitiva en la zona de El Rosal, concretamente en Tomiño (Pontevedra). Luego pasó al CPI O Feal, en Narón (La Coruña), donde estuvo nada menos que media docena de años, siendo Jefa de Estudios durante un par de cursos. Y de allí saltó al IES Alfonso X O Sabio, en A Barcala-Cambre (La Coruña), donde lleva ejerciendo su docencia desde hace siete años. Todo un ejemplo, sí señor. (Foto: Lajos Spiegel)

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