Este fin de semana ha comenzado la liga de fútbol en España. Los indicios son los mismos que en la liga pasada: los dos listillos de la clase luchando por el primer puesto, las televisiones desconcertando a los tele-espectadores con sus retrasmisiones en horarios intempestivos, los grandes ríos de tinta en vísperas de los derbis que ya aburren al más fororo, las quejas de los clubes cuando las selecciones convocan a sus internacionales y que produce daños colaterales en los aficionados de otros equipos a los que les gustaría ver a estos cracks; es decir, la misma cantinela de siempre.

Pues bien, gracias a esto tenemos a punto de caramelo una liga exclusiva para Madrid y Barcelona con los estadios con pobres entradas por la crisis. Sólo se garantiza el lleno cuando uno de estos dos equipos visita al equipo local.

Por desgracia, seguimos sin acometer radicales reformas en el reglamento: no unificamos criterios a la hora de imponer sanciones, obviamos la ayuda de las nuevas tecnologías en el fútbol, los aficionados mosqueados se desconciertan al no conocer los horarios de las próximas jornadas y la persistente permisibilidad del organismo competente con los que adulteran nuestra competición al pasearse con maletines de un lado para el otro de la geografía española en busca de alguien que necesite una prima por dejarse meter un gol o hacer un penalti. Quizá en el fútbol pasa igual que con la clase política: lo que en su día estaba reservado para la gente preparada, ahora es terreno abonado de mediocres. Por Real Decreto, se hizo una ley anti-Porta porque éste llevaba mucho tiempo en el cargo (1975-1984) y ahora el titular lleva 22 años de permanencia en el cargo. ¿Alguien lo entiende?

Con respecto a nuestro Deportivo, esperemos que ésta sea, al menos, una temporada tranquila como la anterior, con menos sobresaltos, si cabe. A pesar de las nuevas incorporaciones, hay que señalar que junto con el Mallorca y el Levante, hemos sido los únicos que no hemos desembolsado ningún euro en concepto de fichajes. Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que éramos un club comprador y que el mes en el que no había fichajes, la noticia era que no había noticia. Este año, por razones económicas, se ha traspasado a Filipe Luis, un gran jugador, quizá el mejor lateral izquierdo de la historia del Deportivo. Ojalá no nos acordemos de él, sería una buena noticia. De momento, nos estrenamos con el Zaragoza, club con el que no gusta ir de Copas en Vigo (Pontevedra).

 

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