Todos recordamos ese partido aunque ya hayan pasado casi 23 años de aquella pequeña gesta para nuestro –por aquel entonces- recién ascendido RC Deportivo. Pocos partidos perdería el At.Madrid como local en aquella temporada. Y uno de ellos fue frente al Depor, al humilde equipo que tras 18 años deambulando por Segunda, Segunda B y hasta Tercera División buscaba hacerse un hueco entre los grandes y que pocos imaginaban los logros que empezarían a conseguir sólo un año después. Sólo un detalle: que aquel partido no se jugó en el Calderón sino que fue… en Cáceres nada menos.

Todo comenzó unas jornadas antes, el conjunto colchonero, con su enésimo proyecto Gil y con Luis Aragonés en el banquillo se encontraba en los primeros puestos de la clasificación hasta que un nefasto partido ante el Sevilla de Iván Zamorano dio con un 0-3 en el marcador y diferentes altercados en las gradas. Fruto de esos incidentes fue la clausura del estadio rojiblanco y el consiguiente y esperado enfado de Jesús Gil que anunció recursos, querellas y todo lo que fuese menester ante lo que él consideraba un agravio. Para rematar la faena, el siguiente encuentro en casa del Atlético era frente al Real Madrid, con todo lo que eso conlleva. Al final, y a modo de resumen, el club fue alargando plazos y consiguió disputar el derby en su estadio (ganándolo 2-0, por cierto) y quedando pendiente el encuentro en el destierro para el siguiente partido frente al RC Deportivo.

Y llegó el momento de escoger el campo donde se jugaría aquel encuentro. Ciertamente, en el club rojiblanco nadie reparó en el rival de aquel día. Lo que les había importado era jugar contra el Madrid en el Calderón y ya lo habían logrado. Luis Aragonés propuso jugar en el estadio Helmántico de Salamanca, bastante próximo a la capital de España y un buen campo de fútbol. Sin embargo, fue el estadio Príncipe Felipe de Cáceres el elegido. Un campo en que para más inri se encontraba el césped en bastante mal estado. Se decía que se había elegido la bella localidad extremeña para homenajear al internacional español Manolo, delantero del At. Madrid y originario de allí. Se decía también que Jesús Gil quería promocionarse políticamente con su partido, el GIL, en la comunidad extremeña… Lo que fuese, el caso es que el enfado de Luis Aragonés con la elección del estadio fue bastante gordo.

Y no le faltó razón al bueno de Luis. El partido fue toda una fiesta en Cáceres: lleno absoluto en sus pocas más de 7000 localidades y homenajes a Manolo antes de empezarse el partido. Todo parecía perfecto con un convidado de piedra llamado Deportivo, con sus Liaño, Fran, Rekarte, Kiriakov, Claudio… y enfrente, un puñado de internacionales: Abel, Solozábal, Vizcaíno, Schuster, Manolo… y dos fenómenos llamados Alfredo y Donato.

Pero no todo salió como se pensaba por el lado rojiblanco. Tras el 0-0 al descanso y sin ocasiones claras, se inició la segunda parte con un pase largo de Kiriakov, un rechace de la defensa, un balón que le cae al malogrado Mújika y el 0-1 que sube al marcador en el minuto 2 del segundo tiempo. Las prisas que empiezan y Villa, en otro balón que le cae en el área le permite batir a Abel cuando se llegaba a la media hora del segundo tiempo. En los minutos finales, Vizcaíno marca tras una jugada embarullada. 1-2  final y el Deportivo que se traía los 2 puntos para La Coruña. Unos puntos que vinieron como agua de mayo y que le permitieron alejar un poco los puestos de promoción y descenso, aunque cayera a ellos al final de la liga para luego salvarse en aquel partido épico ante el Betis.

El Atlético, por su parte, finalizó la liga en el tercer lugar, a dos puntos del campeón , el Barça y tras perder sus opciones ligueras –curiosamente- en la penúltima jornada en Riazor tras empatar 1-1.

Un partido aquel de Cáceres en el que el presidente Gil pensó en los homenajes, en sus aspiraciones políticas y en muchas otras cosas menos en el rival de aquel día al que pensaba que se le ganaría fácil. Diez años después, en 2002, sus vecinos capitalinos pensaron igual que él en una final de Copa y les sucedió lo mismo. Y es que la prepotencia no suele ser nunca buena consejera.

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6 comentarios en “Aquel partido de Cáceres de 1992

  1. Claro que recuerdo este partido me había fastidiado mucho que se jugase en Cáceres, pues Salamanca queda más cerca y hubiese viajado a ver el partido. Lo bueno? Los puntos para nuestro Depor.

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