Voy a evitar dar mi opinión más critica sobre la llegada del míster by Fede G. Poncet en DXT Campeón el domingo 17 de febrero de 2013

La semana pasada en esta misma columna y tras perder con el Granada en Riazor reivindiqué la importancia de la unión del deportivismo para salir de este jaleo. Y por eso hoy en un acto de corporativismo y deportivismo voy a evitar dar mi opinión más critica sobre la llegada del míster Fernando Vázquez al banquillo de mi querido Real Club Deportivo de La Coruña.

Pese a mis sentimientos el de Castrofeito será desde la fecha y mientras dirija al Dépor el mejor entrenador del mundo donde tendrá y gozará de mis máximos respetos como si de un talón en blanco y al portador se tratase. Necesitamos trasmitirle confianza para que trabaje con dedicación y sacrificio, y así pueda enderezar la nave blanquiazul. Ahora y por interés propio esperemos que Vázquez no vuelva a tener un borrón en su carrera. En cuestiones de descensos sabe un rato largo.

Ojalá Fernando se acabe convirtiendo en un tipo querido, pues eso sería una consecuencia de los éxitos logrados y objetivos cumplidos. Necesitamos un poco de suerte, por no decir mucha, y que los resultados no acompañen desde ya. Esperemos que la parroquia de Riazor no recuerde con rencor esas carreras por la banda que protagonizaba cada vez que su equipo marcaba un gol a nuestro querido Dépor. Y también esperamos que nos dedique una de sus peculiares carreritas el día que consiga la permanencia del Deportivo.

Algunos piensan que Fernando Vázquez lo hará mucho mejor que Domingos Paciencia y bastante mejor que José Luis Oltra, pues nada estamos encomendados a esta solución a la desesperada, pero había que tomarla viendo las grandes decisiones del portugués contra el Granada. Lamentables. Yo, por mi parte, le deseo mucha suerte a Fernando Vázquez, que será la nuestra.

Por otro lado, y para ahorrar esfuerzos tampoco quiero hacer leña del árbol caído y cagar la varas al portugués Domingos Paciencia por habernos hecho perder unas bonitas jornadas con un proyecto inestable y lleno de dudas que lleva camino de convertirse en un drama si pronto no comenzamos a sumar puntos. En fin, ya trataremos más adelante y capitulo a parte el temita de echar a correr y abandonar el barco apunto de hundirse.¿Cuáles fueron las razones de la huida de Paciencia? Algún día las sabremos.

Tampoco quiero dejar pasar la ocasión para revindicar que muy cerca, concretamente en Abegondo, teníamos por lo menos dos técnicos muy validos que podían trazar la hoja de ruta de la plantilla con el objetivo de obtener la salvación. En fin, darle una oportunidad a hombres de la casa como Tito Ramallo y José Ángel Franganillo habría incentivado que la más pura alma del deportivismo viese con buenos ojos el que perfiles tan profesionales y conocedores de la situación hubiesen sido los elegidos para dirigir al equipo deportivista. ¿Para cuando tendremos un técnico de la casa? Algún día lo veremos.

Una vez más y sin ningún complejo ¡Forza Dépor! 

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