Yo siempre confié en que había vida después de la junta de acreedores del pasado viernes. Y parece ser que por fin llego el momento esperado por los deportivistas y que los fantasmas del miedo, que acechaban el dichoso convenio del 10 de enero, quedaban disipados ante el acuerdo mayoritario en el que se pronunciaron de forma mayoritaria y contundente el grueso de los acreedores del Deportivo. Una vez dado este paso, solo queda cumplirlo a pies juntillas para que no nos veamos abocados a pasar procesos tortuosos como el vivido hasta la fecha.
Y para hacernos más fuertes es el momento en que todos cargados de ilusión y energía debemos animar a los más pesimistas a que se sumen al carro y hagan lo indecible por remar en pro de salvaguardar los interesares del Real Club Deportivo de La Coruña.
Ahora no debe haber excusas, Augusto Cesar Lendoiro se va por las circunstancias y en un gesto noble decide abandonar la lucha por el sillón de mando de la nave blanquiazul para no seguir dividiendo a una familia que nunca se rinde. Esperemos que los que vengan lo hagan bien y no nos hagan echar de menos a un hombre que hizo del Dépor uno de los grandes. Odiado por unos y querido por el resto pasa a la historia como el único presidente que trajo títulos y a los mejores jugadores del momento en pro de deleitar a la hinchada que lleva llenando las gradas de Riazor desde hace muchísimos años. Lo que nadie pone en duda es que Augusto sabe de fútbol y lo ha demostrado. Algunos intentarán hacer leña del árbol caído y otros los invitamos a trabajar sin excusas para sacar la nave a flote.
Hablando de echar de menos, me preocupa sobre manera la marcha de Culio, que a mi entender no debería abandonar bajo ningún concepto la plantilla deportivista, pues visto lo visto es una pieza fundamental, por lo menos hasta la fecha, para seguir optando al ansiado ascenso. El dinero que nos dan por el jugador es importante, pero si lo miramos desde un punto de vista objetivo, lo vamos a gastar en refuerzos que deben mejorar lo que tenemos a un precio bajo y adaptarse a una competición y un equipo que están en marcha y no pueden esperar por nadie. Los que saben un poco de fútbol saben que esto no es nada fácil de conseguir, por lo cual intuyo que es un mal acuerdo. Que quieren que diga, que me gusta como en facebook, pues no me gusta y así lo hago saber. Ahora estamos en puestos de ascenso directo y con muchas jornadas como líderes y no quiero dejar de estar ahí porque creo que el mejor plan de viabilidad para el Depor pasa por ascender cuanto antes, que nadie nos engañe con que hay que hacer el equipo en segunda y luego ascender. Hay que ascender cuanto antes, cobrar la pasta de las televisiones, las suculentas y apetitosas taquillas que dejaran en las arcas coruñesas la visita de las grandes figuras del fútbol, y… facturar, facturar, facturar para pagar lo que debemos. Esperemos que este error no pase factura. ¡Forza Depor!
Artículo by Fede G. Poncet en DXT Campeón el domingo 12 de enero de 2013.