Siempre que llega el período navideño siento una sana envidia de la Premier League. Mientras aquí estamos dándole a las copiosas cenas de Nochebuena y fin de año y sin un fútbol de competición que llevarnos a la boca, allí llegan a disputar hasta cuatro jornadas ligueras en el mismo tiempo. Siempre soñé con un Boxing Day a la española, con un día en que el fútbol fuese un acontecimiento familiar que se hiciese típico en estas fechas. El caso es que no es así y aquí en España hacemos las cosas de otra forma. Ni mejor ni peor, solo diferentes.

Y si todos los años deseo que la competición se reanude pronto, este año más todavía. Cuando finalizó el partido contra el Numancia (donde, por cierto, afianzamos el liderato a pesar de empatar) ya se había celebrado la Junta de Accionistas y se iniciaba un mes trascendental para el futuro de nuestro RC Deportivo que culminará el próximo 21 de enero con la elección del nuevo consejo de administración. Una Junta que, independientemente del resultado de las votaciones, no se caracterizó precisamente por el modélico desarrollo de ésta. No sucedió nada que merezca ser lamentado, pero tampoco fue un ejemplo de unión precisamente.

Llevamos ya un cierto tiempo escuchando descalificaciones de unos candidatos a otros, de medios de comunicación que parecen más interesados en inculpar al todavía presidente Lendoiro que en el futuro del club, de actuaciones de los administradores concursales bastante difíciles de entender… Y en medio de todo, nuestro querido RC Deportivo de La Coruña. ¿Alguno se ha parado a pensar en lo que realmente importa?

Hemos oído expresiones como “celtista de mierda”, otro que le llama “difamador y mentiroso”, otro que si dice que el rival por la poltrona va  a buscar su provecho empresarial, el otro que le responde acusándolo de ser responsable de la actual situación, un accionista que se dirige al consejo de administración llamándolos “presuntos delincuentes económicos” (curiosa manera de descalificar a alguien pero cuidándose muy mucho de añadirle lo de “presunto”, por lo que pudiera pasar). Todo muy edificante.

Y para completar el panorama, el convenio. Algunos defienden el convenio presentado por la Agencia Tributaria por el mero hecho de que incluye una quita que permitiría abrir la tan nombrada “pieza de calificación”. Sin entrar en consideraciones acerca de la responsabilidad del actual consejo de administración, ¿si la propuesta de convenio presentado por el Deportivo incluyese una quita del 34% (un punto más que ahora) seguirían pensando que es mejor el de Hacienda? Permítanme que me moje en este asunto, pero, aparte de que a mí me gustaría una quita superior al 33% y al 45%, entre esos 12 puntos de diferencia sobre la deuda no privilegiada y los intereses del 2% que plantea Hacienda, sin olvidar los plazos de pago y los dos años de carencia, tengo muy claro cuál es el convenio que más posibilidades tiene de ser cumplido. O el menos difícil, porque, como bien dijo Paco Zas en su intervención en la RSD Hípica, nos esperan años muy duros.

Volvemos a hablar de unión, ya hemos leído y escuchado la misma palabra en infinidad de ocasiones, pero estos últimos días no parece que haya sido así. A muchos nos gustaría empezar a escuchar las propuestas de los candidatos, qué piensan hacer, cómo van a hacer para ilusionar al accionista, al abonado o al simple aficionado. Nos importa un bledo lo que piensen del rival, no queremos que sigan hablando de Lendoiro cuando éste ya ha dicho que se retira. Queremos hablar de futuro y saber que éste existe y que puede ser ilusionante. Lo que menos nos apetece es que este proceso acabe pareciendo más un Sálvame Deluxe que otra cosa. Así no vamos a ningún lado.

Y, por supuesto, el día 21 de enero, todos a apoyar al nuevo presidente. Su suerte será la nuestra.

A todo esto, el sábado jugamos en Jaen. Somos el líder, los primeros. Qué bien nos vendría empezar el año sumando tres puntos más, afianzar el liderato y empezar a hablar de lo que nos gusta ¿verdad? FORZA DÉPOR!

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