Al nuevo proyecto deportivo de la temporada que acaba de iniciar el Real Club Deportivo de La Coruña hay que darle tiempo, el suficiente como para no meternos en un lio, y el necesario para reaccionar si así lo requiere la ocasión. Todo antes de volver al sin sentido de la temporada pasada. Se puede meter la pata, lo que no se puede hacer es volver a caer en el mismo error de creer que todo es mala suerte. La autocrítica es un sano ejerció que no hicieron algunos en el pasado y por eso estamos en segunda división.

El comienzo de esta temporada no tiene nada que ver con el de la pasada. La categoría tampoco es la misma. La incorporación de futbolistas a la platilla y técnicos a la secretaria deportiva nos hace ver que los actores son otros y en otro escenario. Dos partidos fuera de casa con un empate y una victoria nos hacen presumir que los profesionales del primer equipo han dejado a un lado esa apatía que tanta tristeza ha sembrado en el seno de la familia blanquiazul.

Las estadísticas en el primer partido de liga que disputó el Depor no jugaron a favor del equipo blanquiazul, tuvimos menos posesión de balón que el Albacete, rematamos a puerta menos que el cuadro manchego, lanzamos menos faltas y saques de esquina, y nos mostraron más tarjetas, ¡ojo! una de ellas roja. Y además tuvimos la fatalidad de que el árbitro pito un penalti que a mi parecer fue inexistente. ¿dónde está el Var? Eso se preguntaba Alex Bergantiños. En fin, no podemos echarle la culpa de todo al colegiado, el resultado es el que es y debemos asumirlo siendo conscientes que el tiempo que tuvimos la posesión del balón lo jugábamos en nuestro campo y la mayor parte de las ocasiones para atrás. Lo bueno del encuentro, la buena actuación de jugadores de la cantera como Alex Bergantiños o los Diego Caballo y Edu Expósito que vienen pegando fuerte con el ánimo de revindicar la calidad de Abegondo. Una pena que el talento de otros futbolistas del Mundo del Fútbol haya tenido que emigrar.

El pasado viernes y ante el Extremadura el Depor ha sumado tres puntos. En esta ocasión la posesión del balón fue nuestra, el equipo extremeño remato algo más a portería, pero los coruñeses demostraron tener un equipo armado y con oficio. Estos dos resultados le vienen bien a una afición que ha sufrido mucho en los últimos tiempos y que durante la pretemporada tampoco había recibido buenas vibraciones.

La próxima jornada volvemos a jugar como equipo visitante, a la espera de ese esperado debut de los herculinos en Riazor ante su afición y un remozado estadio. Pienso que en la décima jornada ya podremos hacer un análisis de resultados y habrá habido tiempo suficiente para saber si el proyecto liderado por Carmelo del Pozo va por el buen camino. El Deportivo tiene el presupuesto más alto de la categoría y eso debe reflejarse en la clasificación. Debemos creer en el Depor y tenemos que creer en el ascenso. Ese es el camino que seguimos cuando el SuperDepor conquisto al fútbol nacional. La hoja de ruta marcada por el tándem Carmelo y Natxo parece que comienza a dar sus frutos. ¡Forza Depor!

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