Comienza el Depor una nueva sesión tras cumplir con el principal objetivo de la permanencia, un propósito que se debe renovar en la presente temporada. Para ello se ha fichado un nuevo entrenador, Gaizca Garitano, que deberá cuanto menos igualar la campaña que firmó el pasado año Víctor Sánchez del Amo.

Pese al vaivén de jugadores es pronto para certificar si la actual plantilla mejora la anterior. Parece prudente recordar la frase de Tom Hanks en la película Forrest Gump: “la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar”. Sustituya la caja de bombones por los nuevos fichajes y tendrá más sentido esta afirmación.

En los últimos años se ha reclutado a muchos jugadores de los que poco se sabía y que poco o nada aportaron al grupo. Huelga citarlos por su nombre pero todos ellos llegaban con unos informes irreprochables que no se vieron reflejados en el terreno de juego. Algunos de los peloteros cedidos que sin embargo cuajaron en el equipo, regresaron a sus equipos de origen revalorizados.

Sin embargo hay que destacar dos aspectos positivos que suponen un importante avance. En primer lugar se ha contratado a varios futbolistas en propiedad frente a la tendencia de aceptar cesiones y, en segundo, la mayoría de los nuevos fueron titulares o acumularon muchos minutos en sus equipos de procedencia, bien fuera en ligas extranjeras o en categorías inferiores.

A la espera de ver qué se esconde en esa caja de bombones queda un asunto importante por resolver. No parece de recibo que el Club siga manteniendo en sus filas al polémico lateral Luisinho, un personaje que agitó de mala manera el vestuario y el ambiente en Riazor. El Consejo cerró la temporada con el urgente cese de Víctor Sánchez, la no renovación de Lopo y la firme promesa de deshacerse del portugués, algo que choca con las primeras imágenes que se vieron de los entrenamientos deportivistas.

De poco debería servir la opinión de Garitano, un entrenador que ignorando los acontecimientos pasados dice contar con Luisinho. Es el presidente Fernández y sus consejeros quienes deben de apartar al jugador de la plantilla y buscarle una salida. Una cuestión nada fácil debido al agrio carácter del lateral, un inconveniente  que conocen el resto de clubes y hace difícil su traspaso.

En cualquier caso, con Víctor Sánchez del Amo se actuó de manera fulminante liquidando el año de contrato que le restaba. Un hecho que avala la rescisión de la relación contractual con el portugués, se encuentre o no destino ara este díscolo jugador que demostró poca profesionalidad en su paso por el RC Deportivo de La Coruña.

@pgarcia_ramos

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