Cuando vienes de perder un derbi por goleada es difícil dar explicaciones convincentes. Destaco dos respuestas del entrenador Gaizka Garitano en la comparecencia de prensa al finalizar el partido contra el Celta.
En la primera relató sus impresiones tras la derrota y, sin ser preguntado específicamente por ello, puso de manifiesto que la línea atacante del equipo vigués no se puede comparar a la del Deportivo. No sé qué pensarán los miembros del Consejo ni los responsables de confeccionar la plantilla del mensaje que envía el entrenador pero me imagino que los jugadores blanquiazules se habrán quedado bastante desconcertados con esas afirmaciones.
Otra de las respuestas sorprendentes fue la que ofreció cuando le preguntaron sobre la ausencia en la convocatoria de Colak y Arribas. El vasco fue lacónico: “Decisión técnica”. Pues bien, las decisiones técnicas cuando tienen éxito y ayudan a ganar un encuentro son dignas de citar y exhibir. Cuando te conducen a una derrota dolorosa, lo mejor es callarse o, por lo menos, decir que es una “decisión personal del técnico” para zanjar posibles especulaciones. El sabrá los motivos para dejar en la grada al tercer central y a un atacante cuya aportación en sus últimas apariciones ha sido más que notable.
Lo cierto es que las dos últimas salidas se han saldado con dos goleadas, en total ocho goles en contra y uno a favor, extraño balance para un equipo cuyo potencial se basaba en una defensa rocosa consciente de que su ataque no era especialmente solvente.
Tras nueve partidos de competición y a las puertas del descenso, empiezan a aparecer las primeras dudas sobre el proyecto de este año. Existen importantes lagunas, la más llamativa de ellas es la ausencia de gol y, algo que es más preocupante, de oportunidades de marcar. El equipo también mostró en Vigo una alarmante facilidad para descomponerse tras el penalti que colocaba a los vigueses por delante. Algo deberá ajustar el técnico para empezar a sumar puntos en las próximas jornadas.
La visita del Valencia puede romper una tendencia o agravar la herida de los últimos partidos. Dos victorias en nueve jornadas es un pobre bagaje para un club que se construyó esta temporada para no pasar apuros y transitar sin problemas por mitad de la tabla. Coquetear con los puestos del descenso tiene sus riesgos. Tanto va el cántaro a la fuente….
@pgarcia_ramos