Cuando el Real Club Deportivo de La Coruña empezó la actual temporada se marcó el cuasi obligado objetivo del ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional. Este reto, nos lo fijó el plan de viabilidad de un Club con una deuda importante que difícilmente podría sobrevivir con los ingresos de la categoría de plata. Otra de las razones, y quizás las mas importante, es que si repasamos la historia comprobaremos que el Depor forma parte de un selecto grupo de Clubes de España que tiene un campeonato de Liga en sus vitrinas, dos copas del Rey, tres Supercopas de España y una larga vida en primera división.
Pienso que los coruñés y deportivistas queremos y creemos en un Deportivo de primer nivel, y por ello vamos a apostar. Sabemos que el Rivaldo, Bebeto, Djalminha, Fran, Mauro Silva, Tristán, Maakay, Valerón y una larga lista de grandes futbolistas no están, pero queremos creer que algún día, alguien pueda parecerse a ellos. Tenemos derecho a soñar, pues en más de una ocasión lo sueños se hacen realidad.
¿Esta complicado el ascenso? Lo cierto es que se enreda el ascenso directo de categoría. ¡Ojo! La diferencia de puntos con los primeros clasificados no es insalvable, quedan puntos suficientes y tenemos que luchar por ellos. Aunque lo cierto, es que el nivel de juego y confianza actual de la primera plantilla no es el más propio para acometer esta misión. Ahí es donde se tiene que trabajar. Si la cosa no mejora tendremos que empezar a pensar el plan b, ese que nos llevaría a jugar la promoción de ascenso y que daríamos por bueno si lográsemos celebrar este en la emblemática Fuente de Cuatro Caminos.
Creo que es importante estar unidos, en estos momentos difíciles, todos sin excepción tenemos que trabajar en pro y defensa de los intereses del equipo blanquiazul. El equipo de nuestros amores necesita lucha sin fisuras, debemos creer en los profesionales que defienden nuestra camiseta. Tenemos que animarlos para conseguir el objetivo. Y ellos, cuerpo técnico y jugadores a darlo todo por un ascenso que se hace necesario para la supervivencia de nuestro querido Depor. Tenemos que pensar que el único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada. Y el deportivismo lo va a hacer.
Para finalizar añadir dos cosas. La primera a modo de consejo para el míster Natxo González, al cual recomiendo que deje de enfrentarse a la grada con gestos y aspavientos que en nada benefician la convivencia y buena marcha del equipo. Y en segundo lugar, pedir paciencia a algunos aficionados para con la situación complicada que estamos viviendo y animarlos a jalear animosamente a los que visten de blanco y azul, ellos son nosotros en el campo. ¡Forza Depor! y un fuerte abrazo al mi querido padre Fefé del Río, el cual me enseño a querer a nuestro querido Depor. ¡Forza Fefé!