Desde su fundación, en el ya lejano 1906, la Real Academia Galega (RAG) nunca fue presidida por una mujer. Esa circunstancias hace que en estos tiempos, en que tanto se habla de la “igualdad de género” (una solemne chorrada, a mi entender, ya que por suerte los hombres nunca podrán suplir o igualar a las féminas en su principal función) haya una justificada ilusión en que este año sea elegida una Académica para presidir tan prestigiosa entidad. Entre las “presidenciables” se encuentran: la actual Archivera, Margarita Ledo, y Marilar Aleixandre, que es la más nueva y que sustituyó al fallecido Neira Vilas. Las quinielas también apuntan a Rosario Álvarez Blanco, actual Tesorera, sin descartar totalmente a Fina Casalderrey o a las más veteranas Luz Pozo Gaza y Xohana Torres Fernández. Lo que sí es seguro es que en el mes de abril dejará la presidencia mi buen amigo Xesús Alonso Montero (con quien aparezco en la fotografía que ilustra esta información), que había sido elegido el 19 de abril del 2013, tras la dimisión (el 13 de marzo) de Méndez Ferrín, mi ex compañero en la Pensión Universitaria de la madrileña Carrera de San Bernardo, en los tiempos de “Brais Pinto” y de mis fallecidos colegas Raimundo Patiño y Xosé Fernández Ferreiro. La dimisión de Ferrín y la posterior elección de Alonso Montero crearon muchas tensiones, y los dos primeros años de la presidencia de éste fueron realmente duros. Hay heridas que no parecen haber cicatrizado bien, y por una de ellas asoma Manuel González, derrotado en el 2013. También emergen Henrique Monteagudo, actual Secretario, Víctor Freixanes (aunque lo niegue), Euloxio Rodríguez Ruibal, Xosé-Luis Axeitos, e incluso se habla del posible retorno de Xosé-Luis Méndez Ferrín. Y mientras unos reprochan el funcionamiento actual, otros hablan de una “candidatura de consenso” para las elecciones del mes próximo. Tal cual, se lo cuento. (Foto: Lajos Spiegel)