Como bien saben todos mis muy queridos lectores (h-m) los festivos no acostumbro a publicar mis artículos diarios. Pero hoy, domingo 7 de junio, día en que celebro mi primera onomástica (San Roberto, Abad de Francia) he decidido romper esa larga tradición, con el fin de poner adecuado punto final a mi nuevo libro titulado “Coronavirus: la pandemia que aterrorizó al mundo”.
Como dicen que “No hay quinto malo”, cuando se produjo la quinta y que parecía última prórroga del “Estado de Alarma”, que remataba precisamente el día de San Roberto, o sea hoy, me pareció una excelente coincidencia para dar por finalizado el libro, consciente de que seguramente tendremos Coronavirus para largo. Y así se lo hice saber a Alfredo Conde, prologuista de mi nueva creación literaria, y lo comuniqué a los lectores (h-m) a través de un “Parte de Guerra” ya publicado.
Aunque habrá una sexta y última prórroga, “descafeinada” por aquello del control de las Comunidades Autónomas, hasta el 21 de este mes que, curiosamente, es el día de San Luis Gonzaga (Patrón de la Juventud), mi segundo Santo, que ya es “casualidad”, y seguiré publicando “Partes de Guerra” al menos hasta ese “final”, estoy montando y corrigiendo mi nuevo libro, que llegará hasta el 7 de junio del 2020.
Ya he llegado a la página 215, y calculo que tendrá algo más de 300, con abundantes fotografías e historias, la mayor parte de gente muy conocida, junto a las de otras personas más o menos «anónimas». Además de los «Partes de Guerra», publicados diariamente, recoge muy diversas informaciones locales, regionales, comunitarias, nacionales e internacionales, relacionadas con el maldito Coronavirus y con lo que nos toca vivir bajo su maléfica sombra.
Como dije, esta obra, que creo será un buen documento de carácter histórico, social, económico y político cuenta, además, con el magnífico “Prólogo” de un escritor de la talla de Alfredo Conde, Premio Nacional de Literatura.
Y en relación con este nuevo libro en torno al maldito Coronavirus y los devastadores y muy diversos efectos que ha producido y sigue produciendo en nuestro entorno vital, Bernardo Romay, destacado judoca y director del popular y exitoso “Judo Club Coruña”, me remitió una antigua fotografía (primera de esta información), que recoge una de nuestras vivencias comunes años ha.
Se trataba de la celebración, en el Hotel Atlántico, de la fiesta aniversario de la fundación de dicho Club, durante mi etapa como Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de La Coruña. Me indica que, además de nosotros, aparecen, de derecha a izquierda: Adela Mantiñán, Directora del Colegio Concepción Arenal; Ana, esposa de Juan Guillín; Makuka Fandiño; y Marinieves, esposa de Romay. La citada instantánea venía acompañada de este breve, pero cariñoso correo electrónico: “Enhorabuena periodista incansable”. Muchas gracias, mi querido amigo.
Julia Dopico Vale, Profesora del Conservatorio Profesional de M´suica de La Coruña, me remitió este correo electrónico: “Buenas noches, Roberto. Veo que estás a punto de celebrar el día de tu Santo. Después de leer este parte 51º aprovecho para desearte muchísimas felicidades. Un abrazo, vida y salud!. Julia”. Muchas gracias, Julia.
El Dr. Manuel Ramos Vázquez (segunda fotografía), oncólogo de prestigio, Director del Centro Oncológico Regional, y padre de mi recordado ex compañero bancario Manuel Ramos Gómez, me remitió este mensaje: “Leo todos tus Partes de Guerra que llegan a mi correo, sin falta. Sigue cuidándote mucho. Mis felicitaciones. Enhorabuena, yo que lo fui leyendo, es fantástico y va quedar muy bien todo recogido en un libro. Un abrazo”. Muchas gracias, Doctor.
Tiempo ahora para personas incluidas en el denominado “Grupo de Riesgo” del maldito Coronavirus. Y hoy se asoma a esta ventana informativa Francisco-José Vázquez Vázquez (Paco Vázquez), que el pasado 9 de abril, en pleno confinamiento cumplió 74 años de edad, plenos de vitalidad y capacidad mental.
Con Paco Vázquez (tercera fotografía) siempre he mantenido una excelente amistad, y recuerdo que en los tiempos en que publicaba mi muy leída sección “Torre de Cristal”, en “El Ideal Gallego”, siempre me refería a él como “Sir Francis”, debido a su condición de Caballero de la Orden del Imperio Británico.
Paco Vázquez, nacido el 9 de abril del año 1946 en su muy querida ciudad de La Coruña, es Doctor en Derecho e Inspector de Trabajo. Ha sido Alcalde de La Coruña durante nada menos que 23 años, Diputado, Senador, Presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, miembro de la Unión General de trabajadores (UGT), Embajador de España ante la Santa Sede del 2006 al 2011, etc.
Militó en el PSOE entre los años 1975 y 2014, siendo el primer Secretario General del Partido Socialista de Galicia. Fue candidato a la Xunta de Galicia, e intervino en la elaboración de la actual Constitución Española y del Estatuto de Galicia.
Casado con Carmen de la Iglesia Illanes, tienen dos hijos: Elena y Francisco, y reparten sus estancias entre la mansión que poseen en pleno corazón de la Ciudad Vieja de La Coruña, con impresionantes vistas a la Bahía y al Puerto herculino, y el magnífico chalet que tienen en la Playa de Gandarío-Bergondo (La Coruña).
Me dijo que el comienzo del “Estado de Alarma” le cogió en La Coruña, en compañía de su esposa, con la que celebró el cumpleaños, y que ha llevado el encierro con suma paciencia y resignación. Soportó muy bien la cuarentena (como todo el mundo, subraya) cumpliendo a rajatabla las disposiciones sobre el confinamiento.
También me comentó que aprovechó para ordenar papeles, clasificar libros, realizar lecturas algo olvidadas, y ver películas seleccionadas de los años 40/50, como “Ciudadano Kane”, “Fresas Salvajes”, etc., y la serie “Vientos de Guerra”, de Robert Mitchum, sobre la II Guerra Mundial y los campos de concentración.
Se mantuvo permanentemente comunicado con sus amigos, con los que habla frecuentemente por teléfono, y aprovechó el tiempo disponible para hacer mucho ejercicio, usando una bicicleta estática y una cinta que le regalaron sus hijos. Y entre tanto ejercicio, y la estupenda dieta alimenticia que le impuso su esposa, que es una excelente cocinera, adelgazó nada menos que ocho kilos. Por cierto, me aclara que, aunque no sabe cocinar, es una “boca agradecida”.
Pluma muy valorada, cuyas opiniones, a veces controvertidas, tienen gran repercusión social y mediática, escribió una serie de artículos periodísticos, que alcanzaron gran difusión nacional e internacional. Ha trasladado sus experiencias a sus seguidores, que son auténtica legión, y me dijo que su trabajo más reciente, sobre el final de la II Guerra Mundial, se publicó incluso en Argentina.
Sigue con estupor las deplorables actuaciones del Gobierno y la oposición, y le preocupa comprobar que es la primera vez que España carece de una buena alternativa política. Y yo, tal cual, se lo cuento.
Y finalizo por hoy. Prometo seguir dándoles más “Partes de Guerra”. Mientras el cuerpo aguante…. ¡¡¡Saludos y salud!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)