Entre los innumerables daños colaterales producidos por el maldito Coronavirus está el cierre a cal y canto de Clubes, Sociedades, Corales, Grupos de baile, y un casi interminable etcétera. Y entre las instituciones coruñesas más afectadas por esa forzosa clausura se encuentra el Sporting Club Casino de La Coruña, que cuenta con más de 4.000 socios, su céntrico edificio sito en la calle Real coruñesa y sus amplias y soberbias instalaciones campestres de La Zapateira.
Al frente del Casino herculino se encuentra un coruñés de toda la vida que, a pesar de estar incluido en el “Grupo de Riesgo” del Coronavirus, no ha dejado de trabajar durante esta larga e interminable Cuarentena motivada por el “Estado de Alarma”. Me refiero a su eficaz y trabajador Presidente Juan-José Medín Guyatt (a la izquierda, en la primera fotografía), que cumplió 71 años de edad el mismo día del inicio del confinamiento, ya que nació en La Coruña el 15 de marzo del año 1949.
Me dijo que, por fortuna, se encontraba muy bien, aunque con todas las incertidumbres del mundo debido a la situación provocada por la Covid-19. Llevó muy bien la Cuarentena ya que estuvo trabajando todo el tiempo, tanto en la Calle Real como controlando las obras que están realizando en La Zapateira.
Está un poco cansado, pero dentro de lo que cabe muy bien y, sobre todo satisfecho de que el virus no haya afectado a ningún empleado de la entidad que preside. Que él sepa, únicamente fallecieron dos socios a causa del maldito Coronavirus, ambos ya de bastante edad y con patologías previas.
Medín Guyatt tiene piso en la céntrica calle Teresa Herrera, en la ciudad de La Coruña, donde vive solo, sin perro ni gato de compañía, y aunque sabe cocinar algunas cosas, la mayor parte de las veces come fuera de casa. Normalmente cena en casa de su hermana, muy cerca del Puente del Pasaje, y me dijo que cuando llega estos días, a partir de las 23 horas, ya le tiene la cena preparada.
También pasa bastante tiempo en su vivienda de la “Urbanización del Inglés” (ese nombre se refiere a su abuelo materno, dueño de los terrenos), que está al borde de la Ría del Pasaje, por detrás de la Casa Guyatt (segunda fotografía) edificación ocupada actualmente por el restaurante “A Fábrica”. Por cierto, la rampa que usan hoy en día los remeros del Club de Regatas aún conserva el nombre de “Rampa del Inglés”, lo mismo que la calle principal de la urbanización, que sube desde el borde del mar hasta la antigua Carretera de Santa Cruz, desembocando en el “Dolmen de Gelo”.
Me comentó que son 7 hermanos, y cada uno se quedó con un piso en la Urbanización, que cuenta con zonas de uso comunitario. Todos están empadronados en Oleiros, excepto él que sigue en La Coruña. También me dijo que salía de Santa Cristina a las 9 de la mañana, y que no regresaba hasta cerca de la media noche.
Según me informó, el Casino de la Calle Real abrió el lunes día 25, pero solo en parte y de 15.30 a 22.30 horas. Hay zonas de aforo limitado, y la cafetería a mitad de su capacidad normal, aunque la han reforzado con un amplio espacio en la cuarta planta del edificio. Las oficinas están abiertas, sobre todo vía telefónica, pero han tenido que eliminar todas las numerosas actividades programadas.
Me dijo que van a habilitar la “Sala de Estudio”, para 25 personas, con el fin de que los estudiantes puedan preparar sus exámenes, y que si hiciese falta habilitarán a tal fin otra de las plantas del amplio edificio. El Restaurante, de momento, sigue cerrado ya que con las actuales limitaciones legales al concesionario no le compensa abrirlo.
En La Zapateira funcionan las pistas de tenis y de pádel, así como la piscina cubierta, todos estos servicios previa reserva, aunque con el hándicap de que los usuarios de dichas instalaciones no se pueden duchar allí. Sin embargo, tiene la gran ventaja de que la gente puede pasear al aire libre por su extenso parque.
Para esta semana, si es que el tiempo se mantiene tan bueno como hasta hora, abrirán las piscinas exteriores, observando como es natural todas las medidas sanitarias al igual que en el resto de los servicios sociales.
En el plano cultural la cosa está mucho más complicada, ya que en la Sala de Cultura solamente podrán estar unas 40 personas, limitado su uso por lo tanto a los socios. El control de acceso al edificio se hará a través de un torno instalado en las puertas de la Calle Real (una será de entrada, y la otra de salida), y las dos puertas que dan a la Avenida de La Marina están convertidas en “Salida de Emergencia”.
En el momento de despedirnos, me dice: “Todo esto es muy complicado, pero nos vamos adaptando”. Y por lo que veo, bastante bien, apostillo yo.
José-Fernando Navas-Ramírez Cruzado, Coronel de Artillería, escritor y conferenciante de éxito, me remitió el siguiente correo electrónico: “Querido amigo Roberto Luis: Muchísimas gracias por tu amable recordatorio en el 45 parte de guerra, con el deseo sincero de que sigan tus éxitos en especial el del gran número de amigos que valoramos y admiramos tu inagotable esfuerzo literario tanto de crónicas de guerra como de viajes culturales. Fuerte abrazo. Pepe Navas”. Muchas gracias por tus buenos deseos, amigo Navas.
El Dr. Manuel Mourelle de Lema, desde Madrid, donde reside durante el curso académico, me remitió este breve mensaje: “Hitler fue el carnicero del XX en Europa. Los chinos, del XXI en el Mundo. Tendrán éstos que expiar por los daños”. Bueno, eso es lo mismito que dice Donald Trump….
Mi buena amiga Conchy Velo (tercera fotografía), funcionaria de la Subdelegación del Gobierno en La Coruña, trata de enmendarme la plana con este guasapo: “Buenos días. Perdona que te lleve la contraria, pero San Roberto (en el supuesto caso que tuviese algo que ver con el COVID-19) habrá que rezarle el día 24 de abril. Nada de 7 de junio”. Te recomiendo revises el santoral, querida Conchy. Como decía en mi artículo, San Roberto Abad, francés por más señas, se celebra el día 7 de junio, final previsto del actual “Estado de Alarma”. Te recomiendo veas “El libro de los Santos”, autorizado por el Papa Pablo VI el 28 de octubre de 1968 y publicado en 1974.
Recibí nuevas noticias de Teresita Escuti, que es mi muy activa Corresponsal Informativa en Córdoba (Argentina), que me dice: “Me encantaron tus crónicas de guerra (ja, ja, ja). Son muy descriptivas, y antes me perdía la mitad. Gracias. Cariños”. De nada, mi querida y recordada amiga.
La distinguida pintora ferrolana Manuela, me remitió este guasapo: “Muy apetecible la comida !!!!!!! Y en la terraza, un lujo. Hoy en el » Parte de Guerra» has recordado a María Manuela, nacida en Ferrol, me alegró muchísimo. Buena artista !!!!!! Pintora, cantante y lo más importante BUENA GENTE. Toda su familia, también buenos artistas. Yo la aprecio, he ido a sus clases de pintura. Ya te contaré. Hasta mañana. Abrazos”. De acuerdo, querida Manuela.
Y finalizo por hoy. Prometo seguir dándoles más “Partes de Guerra”. Mientras el cuerpo aguante…. ¡¡¡Saludos y salud!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)