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Como no podía ser de otra manera comienzo mi columna de hoy mostrando mi intenso pesar por la grave lesión sufrida por Filipe Luis, aprovechando la ocasión también para desearle una pronta y satisfactoria recuperación. Son muchas las muestras de cariño recibidas desde todos los puntos de la geografía española, siendo verdaderamente emotiva para el jugador la dedicatoria del gol marcado el pasado domingo por el exdeportivista Juan Capdevila. El brasileño tendrá el incondicional apoyo de toda la familia deportivista y muy valiosamente el de sus veteranos compañeros Valerón y Manuel Pablo que tiempo atrás sufrieron también gravísimas lesiones. Curiosamente los tres se lesionaron en los mejores momentos de su carrera deportiva y cuando el Deportivo más los necesitaba.

Cierto es que la victoria ante el Atletic de Bilbao tuvo su punto de amargura y que la lesión del astro brasileño deja a la afición blanquiazul triste y abatida. Ahora la mejor forma de levantar la moral es ganar al Real Madrid. Ya pudimos hacerlo en el partido inaugural de esta temporada en el Bernabéu y estoy seguro que el próximo sábado los aficionados deportivistas conseguirán, con sus cantos de ánimo, convertir Riazor en un fortín inexpugnable ante los blancos.

Pasan los años, y ya son muchos, que el Real Madrid no gana al Dépor en Riazor. Creo recordar que todo empezó en la temporada 1992-93 con una victoria por 3-2 después de remontar un 0-2. Aquella noche Roberto Gama de Oliveira con una actuación memorable abrió el camino para llevar a la práctica aquello de “Barsa, Madrid ya estamos aquí”. Esperemos que un año más los puntos se queden en La Coruña, aunque sea con sufrimiento. Son recientes los recuerdos de overbooking del estadio de Riazor esperando para aplaudir y jalear la casi segura victoria local, donde además de los golazos de Bebeto, hay que citar los de Claudio, Maakay, Turu, Tristan, Djalminha, Pandiani y algún otro que colaboraron para que todo esto fuera posible.

Como esto es fútbol y la película se repite año tras año, ya estoy viendo la jornada del sábado con los ejemplares de prensa deportiva agotados en los quioscos, los bares llenos de hinchas con una cerveza Estrella Galicia de la familia Rivera (deportivista donde las haya), la llegada de los autobuses llenos de peñistas procedentes de toda la región gallega, las gradas de Riazor llenas de banderas y pancartas, el palco presidencial con los políticos de turno, el tumulto de reporteros gráficos esperando la salida al campo de los equipos, las largas colas en las taquillas del palacio de los deportes, los clásicos abarrotes en los ambigús y la cantinela (que empezó hace ya 30 años en el Molinón con una entrada de San José a Ferrero que provocó ante el asombro del público la expulsión del argentino) de “así, así gana el Madrid”. Y si todo sale bien habría que añadir los saltos de alegría de la parroquia y la celebración, una temporada más, en los bares, pubs y discotecas en beneficio de la hostelería coruñesa.

Volviendo a lo que nos ocupa, la verdad es que no habría mejor homenaje a nuestro querido Filipe Luis que dedicarle el triunfo. Fuerza Dépor

Artículo escrito por Federico García Poncet y publicado en el diario deportivo DXT Campeón el 28 de enero de 2010.

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