El maldito Coronavirus alteró nuestras vidas de una forma brutal e inimaginable pocos meses antes. Aparte de dañar muy gravemente nuestra salud global y la economía de la mayoría de las naciones, ha introducido importantes cambios en nuestros usos y costumbres tradicionales. A continuación, les ofrezco algunos ejemplos, con el ruego de que si ustedes me pueden indicar algunos me lo comuniquen:
Frotarse las manos. – Este gesto suponía, por lo regular, una de estas cosas: o que hacía frío, o que era un buen negocio. Ahora, es una de las señales más frecuentes de la lucha contra el Coronavirus, mediante su lavado con algún desinfectante
Enmascararse. – Antes lo hacíamos durante los Carnavales, o los que iban a perpetrar un robo, un secuestro o un atraco. Ahora lo hacemos, obligatoriamente, para luchar contra la Covid-19.
Darse con el codo. – Antes lo hacíamos para avisar a alguien de alguna cosa, y también en señal de complicidad. Ahora, con el maldito Coronavirus, es el saludo más común entre las personas.
Cantar (bien o mal). – Antes lo hacíamos al ducharnos, o bien en un coro, bar o escenario. Con la imposición de la Cuarentena, los balcones vecinales y algunas terrazas se convirtieron en auténticos auditorios públicos.
En cierro domiciliario. – Antes de la pandemia, había el arresto domiciliario, impuesto tras un juicio, o cuando una enfermedad nos obligaba a permanecer en casa. Hasta que llegó la Covid-19 y nos impusieron el confinamiento obligatorio.
Otra clase de pobres. – Los pobres, de verdad o no, estaban y están en las calles mendigando. También había y hay los “vergonzantes”, que no quieren que se conozca su pobreza. Y ahora hay los del Coronavirus, que son una auténtica legión.
Distancia social. – Antes la “distancia social” se establecía en función de las clases o niveles económicos. Ahora, con el Coronavirus, se habla de “distanciamiento social”, aunque realmente debe decirse “distancia personal” obligatoria.
Desplazamientos urbanos. – Hasta la llegada de la maldita pandemia lo más frecuente era desplazarse por las ciudades en coche o en autobús. Desde que la Covid-19 está entre nosotros, ganaron muchos adeptos las bicicletas y los patinetes.
Enseñanza a Distancia. – Antes eran minoría los que estudiaban a distancia, y entre ellas las más populares eran la UNED o de alguna otra Universidad o Formación Profesional. Hoy, “el bicho” impuso mayoritariamente la enseñanza telemática.
El Club de Leones Oleiros (La Coruña), que es uno de los más activos de España, sumó una nueva acción de ayuda a los menos favorecidos por la fortuna, mediante la firma de un Convenio de colaboración con el Hospital Universitario de La Coruña, para ayudar a las familias que tengan niños en el Hospital Teresa Herrera (Materno Infantil) para recibir tratamientos onco-hematológicos. La primera fotografía que ilustra esta información recoge la firma de Luis Verdes, gerente del Área Sanitaria de La Coruña y Cee, y Yolanda Costoya, Presidenta del Club de Leones de Oleiros.
Hay un libro de éxito, que va ya por no sé cuántas ediciones, que se titula “¿Cómo somos los gallegos?. Depende….”, del que es autor mi buen amigo Manuel Guisande, ex compañero en “La Voz de Galicia”. Y el pasado 14 de julio, con motivo de la celebración de mi Cumpleaños Natural, recibí como regalo una botella de vino blanco rotulada con un llamativo “Depende”, afirmando que es “la respuesta más auténtica” y con sendos recuadros para marcar las palabras “SI” o “NO”. Se trataba de un excelente albariño del 2018, de Bodegas Vionta, de Meaño (Galicia), de 13º, de la denominación de origen “Rías Baixas”.
Sigo con libros, y les comento que en la Acrópolis de Monterrei (Verín-Ourense) tuvo lugar la presentación del “Libro del Amor”, en el que figura publicado mi relato titulado “El desvirgue de una ingenua”. Se trata de la segunda presentación de esta creación, ya que la primera tuvo lugar en febrero, en Madrid, poco antes de la Cuarentena del maldito Coronavirus. La obra está coordinada por el verinés Antonino Nieto, quien sorprendió a propios y extraños con un “look” de pelo corto estilo “mili”. Pese a las limitaciones impuestas por la pandemia, fue un rotundo éxito y estuvo presidido por el alcalde Gerardo Seoane.
La autora de la portada del libro, Yanet Ruíz, escribió lo siguiente: “No seremos #chicasAlmodóvar…. Somos #chicas Antonino!!!). En el #castelodemonterrei, la presentación de De las sogas de la felicidad, el amor, por ejemplo: para no vencernos nunca. Agradecida por la confianza de Antonino Nieto Rodríguez y #lasturaediciones para el diseño de la portada. Sorprendida con su acogida entre los autores amigos. La velada ha sido una delicia. Gracias al #concellodemonterrei y a la #domonterrei por brindarnos la ocasión de celebrar el amor a la salud de todos”. En la segunda fotografía, vemos a Antonino con “sus chicas”.
Sobre mi reciente hallazgo de una ostra con perla en la coruñesa Playa de Santa Cristina, mi excelente amiga Katy Rey Ordax-Avecilla me envió este cariñoso guasapo: “Que tengas un estupendo día. Las piedrecitas de la playa. Muchas he recogido para las plantas y el nacimiento, pero nunca me he encontrado una ostra con perla. Siempre te voy a desear lo mejor. Sigue con tu suerte. Bicos”.
Finalizo por hoy. Prometo seguir publicando más crónicas de esta “Nueva Normalidad”. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel y Rafa Magán).