Hoy jugamos un partido importante en el estadio del Molinón donde el espíritu del “El Brujo” Enrique Castro Quini permanecerá para toda la eternidad. Suerte tenemos los deportivistas de que este Sporting de Gijón no se parezca en nada a aquel de los años ochenta donde los hermanos Enzo y Oscar Ferrero, o los también hermanos Jesús y Quini Castro, Joaquín, Maceda, Mesa, Uría y Abel entre otros, se erigieron por derecho propio en el mejor equipo gijonés de todos los tiempos. También hay que decir que buena estrella tienen los rojiblancos, al no cruzarse hoy con aquel SuperDepor donde las figuras de Fran, Bebeto y Mauro Silva pusieron los mimbres de lo que empezó a ser el mejor Deportivo de la historia.
En fin, dejemos de soñar, por lo menos durante un rato y recordemos las conexiones existentes de futbolistas que vistieron ambas camisetas. Aprovecho este sano ejercicio de memoria, que considero necesario, para saber de dónde venimos y conocernos a nosotros mismos, para saber quién somos. Los Julio Salinas, Javier Manjarin, Marcos Vales, Alberto Bodelón, Alex Bergantiños, Pablo Amo, José Manuel Aira, Joaquín Villa, Manu, Saúl, Villarroya, Liaño, Pablo Álvarez y Canella fueron algunos de los futbolistas que se enfundaron las elásticas del equipo de asturiano, y del gallego.
En el partido de hoy nos jugamos algo mas que tres puntos, pues el gol average con un rival directo por el ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional es algo muy importante. Hoy tres puntos pueden convertirse en casí cuatro. En La Coruña, sabemos muy bien lo que puede significar no tener la diferencia de goles a favor.
Por otro lado, después de esa minicrisis sufrida en el seno de la plantilla blanquiazul, que esperemos sea pasajera y podamos dar por finalizada, la hinchada que nunca se rinde merece tener un día de gloria. Ese día bien podría ser hoy, convirtiendo en una fiesta la estancia de los muchos aficionados que hoy van a estar animando al Depor en Gijón. Una victoria reforzaría la confianza en un equipo que lejos de Riazor no acaba de hacerse fuerte.
Hoy los hombres de Natxo no tienen excusa, las peñas estarán arropando y animando a un equipo que tiene que situarse en los puestos de ascenso directo para cumplir con el objetivo.
La fiesta del futbol tendrá lugar hoy en el estadio del Molinón, y donde ambas aficiones engalanada y ataviadas con sus colores formarán un telón de fondo ideal para un escenario donde durante los noventa minutos de juego existirá un único objetivo. Ganar, ganar y ganar es el objetivo, cueste lo que cueste, solo se puede pensar en ganar, por cierto, aunque parezca que vale todo, no es así, pues estos dos clubs, por su historia, están obligados y convocados a hacerlo con deportividad y sacrificio. A la espera de volver con los tres puntos y el gol average ¡Forza Depor!