Ayer cerramos la temporada ante uno de los grandes, y al igual que el año pasado hemos vuelto a lograr cumplir el objetivo de permanecer en primera división. Lo cierto es que sufrimos casi hasta el final, pera dicho sea de paso no tan hasta el final como la temporada pasada en el Nou Camp. La realidad es que nadie dijo que conseguirlo fuese fácil y cualquiera de los que vamos a Riazor habitualmente hubiésemos firmado este final de liga a principio de temporada. Creo que en líneas generales podemos estar satisfechos con el resultado deportivo cosechado.

Pues bien, ahora es muy importante asentarse en la máxima categoría para ir fortaleciendo todas las estructuras del Real Club Deportivo La Coruña y así soñar con alcanzar cotas más altas. Que nadie se olvide que los sueños a veces se hacen realidad, y muestra de ello son aquellos años de gloria del SuperDepor que hizo realidad lo que antes fue un sueño.

Ayer pudimos comprobar en Riazor que hay muchos deportivistas por los que en sus venas solo corre sangre blanquiazul, y otros que comparten esta sangre con colores azulgranas o blancos. Algunos de estos últimos piensan que no nos jugábamos nada, pero lo que es cierto es que el sistema de reparto de la liga según clasificación influye de forma importante en la tesorería de los clubes que compiten. Este hecho demuestra que algunos sienten más al Depor que otros. Ahí estamos los que únicamente queremos  que gane nuestro Depor, hasta en los entrenamientos. A la vez que nos importa un rábano el Madrid o el  Barça.

Si los deportivistas estamos orgullosos y satisfechos del objetivo cumplido, no estamos tan contentos con la serie de problemas extradeportivos sufridos dentro del seno del primer equipo. La situación no fue capaz de manejarla ni entrenador, cuerpo técnico, capitanes o jugadores. Esperemos que algunos hagan examen de conciencia y otros cojan la puerta y se vayan por donde vinieron. Le queda un duro trabajo al Consejo de Administración en la misión de regenerar calma y buen ambiente en la plantilla. A partir de esta semana hay que tomar medias y ahí es donde se sembrará el futuro blanquiazul. Lo que es triste es que antes de finalizar el campeonato representantes y jugadores empiecen con declaraciones públicas que ningún bien hacen al Depor. El que hasta la fecha ha mantenido prudencia es Víctor, se le podrán achacar muchas errores pero creo que ha sido generoso con sus declaraciones públicas en defensa del bien colectivo.

El futuro de Víctor Sánchez del Amo en La Coruña es incierto, pero no olvidemos que tiene contrato en vigor y que ha cumplido objetivos deportivos esta y la anterior temporada. Por otro lado, el Tino Fernández ya ha cesado a entrenadores como Fernando Vázquez y Víctor Fernández, y se le hace cuesta arriba volver cesar a un míster que cumple objetivos. Felicitar al deportivismo por seguir un año más en primera línea ¡Forza Depor!

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