“Naturaleza viva”: una soberbia exposición de pintura, de Jesús Risueño, en la galería “Xerión”

Por Roberto L. Moskowich

A pesar del maldito Coronavirus, y con todas las dificultades e inconvenientes que origina, la vida cultural y artística continúa abriéndose paso como buenamente (o malamente) puede. Y entre las diversas actividades de este “mes de difuntos” cobra especial relevancia la soberbia exposición de pintura que Jesús Risueño (con quien aparezco en la primera fotografía) nos ofrece en la acreditada y céntrica galería “Xerión”, que con sumo acierto y ejemplar dedicación dirige Ana-María Souza de la Colina, que presentó la muestra en unión del mencionado artista

Bajo la denominación global “Naturaleza viva”, Jesús Risueño nos ofrece, hasta el día 30 de este mes, una cuidada y valiosa selección de sus mejores y más recientes creaciones. Son un total de cuarenta cuadros, a cuál más logrado, cuyos precios oscilan entre los 450 euros y los 1.900 euros.

Tras casi tres décadas entre nosotros, Jesús Risueño, arquitecto y profesor de Artes Plásticas, se considera un gallego más. Desde el año 1996 acumula ya más de veinte exposiciones individuales, en España y en el extranjero, y ha formado parte de un buen número de muestras colectivas. Tiene en su haber, además, diversos premios y distinciones, y su obra forma parte de importantes colecciones privadas y figura en varias instituciones públicas.

Por todo lo expuesto anteriormente, les recomiendo visiten esta nueva exposición de Jesús Risueño, en la seguridad de que disfrutarán de un trabajo muy bien realizado, y con auténtica calidad artística. ¡De nada, mis queridos lectores (h-m)!.

Y, además, les comento que los éxitos de las exposiciones que nos ofrece la galería “Xerión” se basan en dos pilares fundamentales: la calidad de los artistas que exponen allí sus obras, y el buen hacer profesional y la cordialidad innata de su citada directora, Ana-María. Y también es de resaltar que las inauguraciones cuentan con el complemento de un excelente cóctel, muy bien servido por la bella joven peruana Paola Castillo (segunda fotografía que ilustra esta información), que es una gran camarera y una persona sumamente amable y educada.

Una de las grandes tradiciones escénicas en este “mes de difuntos” es la representación del Don Juan Tenorio, exitosa obra de José Zorrilla, que se ha visto afectada negativamente por culpa del maldito Coronavirus. Por eso, mi buena amiga Carmen Sánchez, psicóloga de la Xunta de Galicia, me ha enviado esta nueva versión de los populares versos, que circula por las redes sociales:

Don Juan: ¿No es verdad, Ángel de amor, que en esta apartada orilla, no hay que llevar mascarilla, y se respira mejor? / Es verdad -y no te miento-, que arriesgándome salí, desde muy lejos de aquí, burlando el confinamiento. / He venido de muy lejos, -aunque el lugar me lo callo-, a lomos de mi caballo, para tirarte los tejos. / He atado mi corcel, está todo ventilado; ya las manos me he lavado, y me he puesto el hidrogel. / Ea, pues, bella señora, concededme vuestro amor. Os lo pido por favor… ¡desde casi una hora!.

 

Doña Inés: ¡Callad, por Dios, caballero, porque es público y notorio, que aunque seáis el Tenorio, la salud es lo primero! / Con todo lo que se ha dicho, yo prefiero no arriesgar. No me quiero contagiar, que a mí me da miedo el “bicho”. / Conteneos, por caridad, comportaos con elegancia, y mantened la distancia: es por la seguridad,/ que este año no habrá romance, se rompe la tradición. Ya habrá mejor ocasión, con la vacuna al alcance. / Marchad, pues, por la vereda, y no vayáis muy despacio. Estad en vuestro palacio, antes del toque de queda”….

“Malos tiempos corren hoy, para encuentros y reuniones. ¡Huyamos de los follones!. Y ya, con esto, me voy. / Ya me despido, señores. Agradezco su atención, y pienso de corazón, que vengan tiempos mejores”.

Desde el sábado día 7, a causa del cierre total de la hostelería, he vuelto a comer en “Casa Marika”, y con tal motivo Amador Rego Villar-Amor, desde Ourense, me remitió este correo electrónico:

“El caso CASA MARIKA, es uno de tantos que han tenido que cerrar. Entiendo que podían abrir, pero claro con menos gente y guardando las distancias. Es un gran dilema, pues hay que salvar la salud y la economía. Estamos en momentos tan duros y extraños, que pasas a entender lo que son los empresarios grandes y pequeños. Los primeros son los que van a perder más, pues son los que más tienen. Cuando estás tomando un café, lo haces pensando en que estás ayudando a sostener una empresa y una familia. Esto nos hace hacernos, diría yo, más cercanos a muchas personas y a muchas vidas. Un abrazo”.

Aclaro al bueno de Amador, y a algún que otro posible lector despistado, que “Casa Marika” es como yo denomino, familiar y coloquialmente, los almuerzos en casa de mi querida hermana Marika, quien me sirvió la comida durante los tres largos meses que duró la Cuarentena y que publiqué diariamente con su correspondiente fotografía, de lo que dejé constancia en un libro fotográfico de notable éxito, titulado “Mis menús diarios en tiempos del Coronavirus (Marzo-Junio 2020)”. Por cierto, no sé cómo hizo la buena de Marika para no repetir los menús….

Hoy les regalo esta frase de Stefan Zweig: “Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen recibir mensajes celestiales, tienen oídos sordos para toda palabra de humanidad”.

Finalizo por hoy. Prometo seguir publicando más crónicas de este “Estado de Alarma-Toque de queda”. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)

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