Agusto Cesar Lendoiro

Hace un par de semanas leí en este mismo blog uno de los artículos más equilibrados y sensatos sobre el presidente del RC Deportivo y sobre la situación que atraviesa el club. Los que seguís habitualmente esta página sabréis que me refiero al que escribió mi buen amigo Fede Poncet en el DXT Campeón el pasado domingo 23 de junio. Por supuesto, no tardé en felicitarle y no me sorprendió nada que me comentara que ya habían sido muchas las personas las que hicieron lo mismo en cuanto tuvieron ocasión de hacerlo.
Y digo que no me sorprendió nada por el mero hecho de que, hoy en día, es muy difícil conseguir leer cualquier referencia al mandamás deportivista sin que aparezca enseguida la opinión subjetiva. En algunos casos, la crítica ha llegado a ser despiadada y lo que pretendía ser una información más o menos contrastada, ha pasado a ser algo que ha dejado el dicho de “hacer leña del árbol caído” en mera anécdota.
No conozco personalmente a Lendoiro. Sólo soy un simple aficionado con unas cuantas décadas sufriendo y disfrutando con el Deportivo. La opinión que pueda tener de él sólo la puedo sacar de mis años de aficionado y de lo que me han contado personas más cercanas que le han tratado. Pero una cosa es cierta, lleva ya 25 años en la presidencia y unos cuantos más si le sumamos los que estuvo al frente del Liceo. Todo ello sin olvidar su trayectoria política. Lleva muchos años siendo un personaje público en La Coruña y todos podemos hacer un amplio balance de su gestión sin que nadie nos lo cuente. Y creo que es el momento de hacerlo.
Con Lendoiro hemos pasado temporadas que nunca hubiésemos imaginado. Con un centrocampista brasileño prometedor y un delantero ya contrastado de su mismo país más dos descartes del Valencia y el Madrid, pasamos de luchar por no bajar a pelear por la Liga. Pescó futbolistas en su día poco conocidos y se hicieron internacionales en el Depor. Otros, en cambio, resultaron verdaderos fiascos. Pero es lo que tiene el estar tantos años: que pones en una balanza a los “buenos” y en otra a los “malos” y en ambos casos te salen un buen puñado de cada. ¿Qué hacia donde se inclina la balanza? Pues eso ya es cosa de cada uno y de cómo quiera verlo. Yo creo que se va hacia el lado “bueno”.
De su gestión podríamos decir lo mismo: todos podemos hacer un balance intentando ser lo más objetivos posible. Aunque es muy difícil decir que ha sido buena cuando la situación es la que es y cuando estamos escuchando cada día las palabras “desaparición” y “liquidación” que tanto nos intranquilizan. Unas palabras que –curiosamente- han pronunciado estos días los administradores concursales. Esos mismos que, allá por el mes de marzo, entregaron un informe al juez donde concluían que el Club era viable por muchas circunstancias. En fin, que cada uno saque sus opiniones.
Al igual que Fede, yo también me voy a mojar. Creo que Augusto César Lendoiro es la persona más indicada para dirigir actualmente la nave blanquiazul. Cuando pase todo este proceso y el convenio con los acreedores esté resuelto, quizás sea el momento para discutir si sería conveniente un relevo. Pero en este instante, un cambio en la presidencia pienso que nos llevaría a una mayor inestabilidad. No están tan lejos los casos del R. Madrid cuando Florentino dejó la presidencia en 2006, o el del Barça post-Nuñez con aquella multicandidatura de Gaspart, Castells, Masfurroll y otros donde no se sabía quien era quien, o ese Valencia que cambia de presidente un día sí y otro también, para darnos cuenta de lo negativa que es una inestabilidad institucional. Mientras no aparezca una alternativa visible y bien estructurada, de poco sirve hablar de un relevo en la presidencia.
La deuda del Deportivo dicen que es de 156 millones de euros. Una barbaridad. Pero esa misma cantidad es lo que se gastó Florentino en un solo verano para traerse a Cristiano y a Kaká. Dos futbolistas nada más. Quien sabe, a lo mejor los problemas económicos del fútbol español son otros y aún no nos hemos dado cuenta.
FORZA DEPOR

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2 comentarios en “Más sobre Augusto César Lendoiro

  1. Lo del Deportivo, con cantidades inferiores, ya estuvo a punto de desaparecer en visperas de la celebración de las bodas de oro, en aquella época Jose Luis Perez Cepeda, primer teniente de alcalde, se hizo cargo del equipo, la afición confió en él, se organizo un torneo con el Gijón y Barcelona, que vino a jugar gratis y nos regaló 250 mil pts., se organizó una suscripción popular y una gran tombola y los coruñese respondieron, pero hoy los coruñeses no se pueden creer que quien llevó al Deportivo a una deuda de 29 mil millones de pesetas, empeñandolo a una media de casi 1,500 millones en cada año de gestión y casi sin patrimonio humano, hoy no hay un jugador, propiedad del Deportivo, que nos den algo al traspasarlo, nadie se puede cree que sea precisamente en él en quien confien, si ni siquiera las cuentas eran reales, además el Club debe de contar con unas instructuras que lleven debidamente la administración y mas económicas que las actuales, dejemos de que los socios y La Coruña conozcan la situación real del equipo y para ello nada mejor que nuestras autoridades, con los principales accionistas convoque una Junta General y se cree una Junta Directiva que se haga cargo del Club con el apoyo de todos y consiga llegar a un acuerdo con todos los acreedores.

  2. Lo del Deportivo, con cantidades inferiores, ya estuvo a punto de desaparecer en visperas de la celebración de las bodas de oro, en aquella época Jose Luis Perez Cepeda, primer teniente de alcalde, se hizo cargo del equipo, la afición confió en él, se organizo un torneo con el Gijón y Barcelona, que vino a jugar gratis y nos regaló 250 mil pts., se organizó una suscripción popular y una gran tombola y los coruñese respondieron, pero hoy los coruñeses no se pueden creer que quien llevó al Deportivo a una deuda de 29 mil millones de pesetas, empeñandolo a una media de casi 1,500 millones en cada año de gestión y casi sin patrimonio humano, hoy no hay un jugador, propiedad del Deportivo, que nos den algo al traspasarlo, nadie se puede cree que sea precisamente en él en quien confien, si ni siquiera las cuentas eran reales, además el Club debe de contar con unas instructuras que lleven debidamente la administración y mas económicas que las actuales, dejemos de que los socios y La Coruña conozcan la situación real del equipo y para ello nada mejor que nuestras autoridades, con los principales accionistas convoque una Junta General y se cree una Junta Directiva que se haga cargo del Club con el apoyo de todos y consiga llegar a un acuerdo con todos los acreedores.

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