Con sequía goleadora ha dado comienzo la Liga 2015/16. Sólo doce goles en diez partidos es un flaco balance para la considerada mejor competición regular del mundo. De entre los favoritos, destaca el tropiezo del Madrid ante el Sporting en el  Molinón, algo que anuncia las intenciones guerrilleras de los equipos llamados a pelear por mantener la categoría. Aviso a navegantes. Barça y Atlético ganaron, no sin dificultades y destaca el liderato provisional del Eibar, equipo que salvó a duras penas la categoría tras el descenso administrativo del Elche.

En cuanto al Depor, esta temporada ha despertado ilusiones entre la afición. Después de una pretemporada bien planificada, una política de fichajes más concienzuda -dentro de las escasas posibilidades económicas en las que se mueve el Club-, lleva a los coruñeses a presentar una plantilla equilibrada que quizás se pueda completar con un “nueve” solvente que garantice 10/12 goles al año.

Las sensaciones del pasado sábado contra la Real Sociedad no han sido malas e invitan al optimismo. La afición tiene la sensación de que este grupo supera en calidad y compromiso al de la campaña pasada y creo que está en lo cierto. La tendencia del Consejo a fichar valores contrastados y no a recolectar a jugadores cedidos más pendientes de su proyección personal que de la del conjunto, seguro que va a dar sus frutos.

Arribas y Navarro fortalecerán la línea defensiva con experiencia y calidad. Lo mismo podemos decir de Mosquera y Cani en la medular, a la espera de las prestaciones que pueda aportar al conjunto Fajr. En ataque llega Lucas en propiedad, y Cartabia y Jonathan Rodríguez, todavía una incógnita, más las sorpresas que pueda deparar el mercado –recordemos que está abierto hasta 31 de agosto- y en forma de fichajes o cesiones en buenas condiciones.

En el aspecto negativo, nos queda ese conflicto entre Luisinho y Arribas, un borrón atajado con rapidez por el técnico y el Consejo pero que deja señalado al jugador portugués. Mucho tendrá que poner de su parte el jugador para normalizar la situación.

El próximo rival el Valencia de Nuno, un equipo rodado que tuvo que afrontar una dura eliminatoria previa frente al potente Mónaco donde, por cierto, ha recalado el portugués Cavaleiro. Un partido difícil ante una de las escuadras más potentes de la competición pero que sin duda servirá para que Víctor Sánchez pueda ir encajando las piezas de un equipo que esperamos no tenga que sufrir tanto como el año pasado para salvar la categoría.

 

@pgarcia_ramos

Previous post La gestión de la directiva del Club de Regatas de Perillo, aprobada por la Asamblea General
Next post Exitosa presentación de “O álbum de Garrincha” en la librería “Biblos”, en Betanzos

Deja una respuesta