Nos estábamos preparando para viajar a ver las procesiones de Segovia (donde pudimos degustar el magnífico vino de la casa y el sabroso cochinillo del mesón del maestro asador José María) cuando mis compañeros de juego me recordaron que teníamos que cubrir la quiniela de la jornada; para unos complicada, para otros fácil. El consenso imperó y estuvimos de acuerdo a la hora del pleno al 15 cubriendo cada uno su columna y poniendo lo que nos venía en gana. Señalar que ganaron por goleada los de la apuesta fácil y como prueba evidente los aciertos al conseguir en un único boleto, una columna de 10, una de 11 y, por último, otra de 12. A buen seguro que de haber ganado el Dépor, además de estar más contentos, el premio hubiese sido superior a los 6,79 € conseguidos al tener un acierto más en las columnas de 10 y 11.
Increíble pero cierto, el Dépor lleva cuatro partidos seguidos perdidos, y digo increíble pues pienso que ni las casas de apuestas lo tenían previsto. El negocio de las quinielas y de las apuestas es el otro negocio del fútbol, sino que se lo digan a algunos árbitros y jugadores europeos que últimamente estuvieron inhabilitados por amañar los resultados. Creo y estoy seguro que en España no existen estas tramas, pero también tengo plena seguridad que los colegiados favorecen al Madrid y al Barca jornada a jornada y hacen realidad ese dicho de que estos equipos salen con 5 ó 6 puntos de ventaja sobre el resto de rivales todos los años.
Como la próxima jornada se enfrentan, ¿a quién favorecerán los de negro? Menuda semanita nos queda a los futboleros con el clásico Madrid-Barca. Sólo espero que no expulsen a Ronaldo, que Guti no haga otro taconazo como el de Riazor y que Messi sea un mal clon de Maradona, pues en este caso estaríamos hablando de cualquiera de estas circunstancias el resto de la liga.
La verdad es que estamos empezando la semana y ya estoy harto de este temita. Como ejemplo, les diré que el domingo para poder ver las imágenes del Dépor en Estudio Estadio tuve que esperar hasta después de las doce porque todo era el dichoso partidito del siglo. Que si uno juega con este esquema (hasta utilizaban una pizarra virtual), que si Cristiano, que si Víctor Valdés tiene que ir a la selección porque es el menos batido, que si Henri el año pasado… Del famoso cabezazo de Touré estuvieron discutiendo como fieras casi un cuarto de hora en Punto Pelota. Parecía La Noria. Total: un horror, cuando a mí lo que me interesaba era ver al Dépor. Y lo que nos queda… porque aún no se jugó el partido…
Pero qué nos van a contar de bicicletas de CR-9 y taconazos de eternas promesas cuando aquí disfrutamos de lo que hacían Djalminha, Bebeto, Rivaldo y compañía. ¡Eso sí que era espectáculo! Incluso el propio Mauro Silva le rompió la cintura a Iván de La Peña en el Nou Camp con un simple taconazo. Y qué me dicen de Paco Liaño con un Zamora ganado de calle con 17 goles y todavía no superado. ¿No tenía que haber ido a la selección aunque no jugase en el Madrid, Barcelona o no fuese vasco que era lo que también premiaba en aquel momento?
Volviendo al partido del Racing, si en la primera vuelta disfruté con mis buenos amigos Antonio Malingre y Angel Cobreiro de la victoria del Dépor en los campos de Sport del Sardinero, ahora espero poder volver a disfrutar este fin de semana de otra victoria ante los santanderinos y rebasar esos 43 puntos famosos que se nos están atragantando desde hace varias semanas. ¡Aupa Dépor!
Artículo publicado en el diario gallego DXT Campeón.