“Gato blanco o gato negro, qué más da; lo importante es que cace ratones”. Esta frase pronunciada en 1960 por Deng Xiaoping, líder de la República Popular China, y que popularizó en nuestro país Felipe González, puede dedicarse al actual técnico del Deportivo.

De qué vale presentarse un día en el campo con una defensa férrea, otro conseguir estadísticamente la posesión del balón, y al otro marcar tres goles lejos de Riazor si al fin y al cabo no es capaz de ganar un partido. Entramos en tiempos donde urge abandonar las excusas, evitar la autocomplacencia y demostrar las dosis de eficacia necesarias para salvar la categoría.

Ganar dos partidos de trece disputados dice muy poco de un equipo que pretende competir en primera división. Como comentaba la pasada semana desde estas páginas, o el equipo no tiene la calidad suficiente para jugar en la máxima categoría, o sencillamente está mal dirigido. Y más de uno empieza a pensar que lo segundo es lo más verosímil.

La peor versión de Víctor Sánchez del Amo coincide con los últimos partidos de la pasada campaña, justo cuando la permanencia se acariciaba con las manos gracias a los puntos conseguidos en la primera vuelta. Bien, pues esa mala racha y las desavenencias con un jugador – no resueltas por la Directiva-, le costaron el puesto. Otro Víctor, en este caso Fernández, igualó los guarismos de Garitano al término de la jornada décimo tercera en la campaña 2014/2015. Resultado: cese inmediato.

Y cuidado porque la situación pinta mal con la visita de la Real Sociedad que como sea capaz se repetir en Riazor el futbol que hizo el domingo pasado contra el Barcelona, creo que los coruñeses van a tener pocas opciones de vencer. La siguiente jornada toca visitar el Santiago Bernabéu donde sorprender al Madrid está al alcance de pocas plantillas. Salir de ambos encuentros sin sumar puntos colocaría al equipo al borde del abismo.

Por si fueran pocos males, hay más frentes que se abren, o quizás que se reabren, en la Plaza de Pontevedra porque la situación que atraviesa la cantera tampoco pinta bien. La primera medida que tomaron los actuales gestores al llegar al Club fue menear al staff técnico de Abegondo dejando por el camino a Jaime, único referente ex deportivista de un que ejercía con los chavales.

Luego llegaron las declaraciones de José Ramón, en su día entrenador del juvenil, que ponía en solfa la mala gestión de los responsables de las categorías inferiores y denunciaba que desde el  Club se estaban filtrando informes a representantes de jugadores. Por cierto que estas últimas afirmaciones no se han aclarado con suficiente convicción por parte del cuerpo técnico.

El último episodio es de hace apenas unos días y tiene que ver con la extraña represalia contra Óscar Pinchi por unas inocentes declaraciones a la prensa del joven delantero. En fin, acontecimientos difíciles de explicar y decisiones cuya eficacia es complicado averiguar.

 

@pgarcia_ramos02

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