Hace unos meses dediqué mi “fedello” diario a “Ney”, un precioso perro Golden Retriever que hacía las delicias de los niños y adultos que jugaban con él en el entorno de la Plaza de Lugo. El mediático can, propiedad de Marisol Paz, dueña de una floristería en ese mercado, dio lugar a una recaudación popular con el fin de hacerle una estatua, e incluso el cantante herculino Jacobo Paz había dado un concierto en plena calle con ese objetivo. Sin embargo no fue hasta después de la muerte del chucho, acaecida el 4 de noviembre (día de San Carlos Borromeo, patrón de la Banca), que los numerosos amigos del cariñoso animal viesen convertida en bronce su figura (a cuyo lado poso en la fotografía), obra del escultor coruñés Miguel Couto. Y ello fue posible merced a que un matrimonio, que desea ocultar su identidad, aportó los 12.000 euros que costó la obra, de unos 90 centímetros de altura, que se asienta sobre el mismo suelo por el que correteaba “Ney”. Hoy su estatua, que en varias de sus partes ha perdido ya la pátina verde debido a las caricias de niños y mayores, es un reclamo turístico más de la siempre acogedora y hospitalaria ciudad de La Coruña, cuyos pobladores dan pruebas continuas de su gran amor por los animales. (Foto: Lajos Spiegel)
Un pensamiento en “La estatua del perro “Ney” se ha convertido en un nuevo reclamo turístico de La Coruña”