El edificio del Ayuntamiento de La Coruña (primera foto) es de los más bellos y mejores de España. Su exterior, engrandecido por la monumental Plaza de María Pita, es majestuoso, y en su frontispicio se lee: “Muy Noble y Muy Leal Ciudad de La Coruña, Cabeza, Guarda y Llave, Fuerza y Antemural del Reino de Galicia”.

Y si el exterior es magnífico, lo mismo cabe decir de su interior, en el que destaca el Salón de Sesiones, uno de cuyos asientos tuve el honor de ocupar durante mi etapa como Teniente de Alcalde. Y de esos asientos, y sus preciosas tallas, en maderas nobles, me habla José-María Bello, historiador y ex Director del Museo Arqueológico de San Antón, quien a través de “Facebook” me planteó esta cuestión:

“Roberto, estoy hecho un lío, a ver si tú me puedes ayudar a desenredar la madeja. El asunto es descifrar el autor (o los autores) de las tallas del salón de plenos de María Pita.

“CAPÍTULO I. En el políptico editado por el Ayuntamiento se dice que los autores de las tallas fueron José Juan González y Ladislao Stern.

“En la página del fallecido pintor José Antón, se dice que el tallista fue Ladislao Stern pero sobre dibujos suyos.

“En otras fuentes consta que el trabajo de José Juan y Ladislao fue en los años 20. El trabajo de José Antón y Ladislao fue en los 70, con casi 50 años de décalage.

“La hipótesis que se me ocurre es que el trabajo de los años 20 no fuese el de las tallas de los frontales de los escaños de concejales, sino el del propio mobiliario en sí, así como de las esculturas que existen en los reposabrazos; ya en los 70 se encargarían los frontales.

“Entonces la pregunta es si el Ladislao=László Stern es el mismo en ambas intervenciones; es difícil pensar que haya dos ebanistas/tallistas de muy buena calidad, con el mismo nombre, en la misma ciudad (que tampoco es tan grande) y que casualmente vayan a encontrar trabajo en la sala capitular de su ayuntamiento (con una única explicación: que de no ser el mismo, el segundo sea hijo del primero y haya heredado su taller de ebanistería, habiendo aprendido con el padre y seguido su profesión y su senda).

“CAPÍTULO II. Leyendo ayer el libro Un español frente al Holocausto, de Diego Carcedo, me encuentro con una familia de judíos de Budapest que, gracias a la admirable actuación de Sanz Briz, consiguen pasaportes y salvoconductos que los libran en el último momento de la deportación a los campos de exterminio, con la disculpa de que el cuñado del paterfamilia vivía en Coruña, ciudad a la que había emigrado y en la que se había establecido tras enamorarse de una coruñesa cuyo nombre no figura en el libro. El bueno del hombre era ebanista, y había sido requerido para fabricar el mobiliario del Pazo de Meirás. Su nombre, claro, era László Stern.

“Pues ya lo tenemos: el joven Stern había fabricado los preciosos muebles para el salón inaugurado en 1927 (que le habían encargado a Cervigón), a Franco le gustan, pregunta quién los hizo y le encarga los de Meirás. Unas décadas más tarde, al Ayuntamiento se le ocurre poner los frontales historiados con páginas coruñesas y nada mejor que encargárselos al mismo escultor ebanista, que aunque ya mayorcito aún se manejaba bien. Asunto resuelto.

“CAPÍTULO III. ¡Ay, amigo! Pero hete aquí que, persiguiendo al buen Ladislao, doy con una página de una asociación judía en la que dicen que efectivamente Ladislao Stern emigró a Coruña escapando del nazismo, que hizo las tallas del salón de plenos, pero que poco después se fue a Chile y de allí a Sudáfrica, donde pasó el resto de su vida y murió. Y esto tira por tierra todo lo supuesto antes: en los 70 este Ladislao ya no está en Coruña sino en Sudáfrica.

“En la misma página dice que don László se vino con otro fuxido, de apellido Moskovich; pero que éste, a diferencia del anterior, sí que se instaló en Coruña y aquí se quedó.

“Y como el único Moskovich del que sé eres tú, pues a ti recurro por si fueses descendiente/pariente de ese Moskovich húngaro instalado en Coruña, y por si, doble suerte sería, conocieses la historia real del/de los László/Ladislao Stern y su relación con las tallas de María Pita (si son uno o dos, si se quedó o se fue, si llegó a casarse con su enamorada coruñesa, si tuvo descendencia, lo que sea).

“A mí me entran dudas de si en la página de la asociación judía se habrán equivocado; por una parte, al pensar que las tallas de los frontales fueron hechas en los 20, y por otra, ante la posibilidad de que hayan confundido a dos Stern. Pero la fama de puntillosos que tienen, máxime tratándose de personas que se han librado del holocausto, me llena de confusión.

“Si no estuviese confinado a tope (los médicos me tienen absolutamente prohibido salir de casa salvo por motivos clínicos; es el resultado de llevar encima dos cánceres de garganta, tres de pulmón, uno de próstata y todavía seguir vivo) ya habría consultado los libritos de Juan Naya y de Ángel Padín sobre las tallas, a ver si aclaraban algo, o cualquier otra publicación al respecto que pueda haber, que en alguna de las bibliotecas coruñesas (San Antón incluido) habrá; además, naturalmente, de ver qué expedientes hay al respecto en el Archivo Municipal. En internet no los encuentro. Y como recurso de internet, se me ocurrió buscarte y aquí te encontré, por lo que, echándole morro, te escribo por si por este medio llegase esto a tus manos. Un abrazo”.

Y esta fue mi respuesta: “Ladislao Stern Fleiner (a la derecha, en la segunda foto, con su madre y hermano en La Coruña 1935) vino a La Coruña con: Emil Moskowich Spiegel (mi padre), Elemer Bruck (que se trasladó a Madrid) y otros, antes de la Guerra Civil española, y aquí vivió hasta su muerte en 1985. Se casó con la coruñesa Mª Luz Marzo, y tuvieron 2 hijos: Elena y Víctor, que vive en La Coruña. Tenía la ebanistería en La Galera, donde se instaló más tarde una bolera de gran éxito.

Finalizo por hoy, pero les prometo que seguiré publicando más crónicas de este “Estado de Alarma-Toque de queda”, que estoy deseando que se acabe de una puñetera vez. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)

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