Ciudad del Cabo (Sudáfrica), 22 de Octubre del 2016
El séptimo día de mi estupendo viaje por tierras africanas lo dediqué totalmente a un largo y muy interesante recorrido por los lugares más emblemáticos de Ciudad del Cabo y por los famosos viñedos sudafricanos, que son de los mejores del mundo. Comencé por Long Street, que es la calle principal, en la que se encuentran las mejores tiendas y restaurantes, destacando el famoso «Mamá África» donde además de comer bien hay muy buena música y se puede bailar. Las casas, de estilo victoriano y gregoriano, son preciosas. Con la Montaña del León como telón de fondo subí a Signal Hill, colina en la que había un cañón que avisaba de la llegada de los barcos y desde la que se divisa la isla Robben Island en la que estuvo 18 años preso Nelson Mandela y una bella vista de Ciudad del Cabo, así como el monumental Estadio en el que España ganó el Mundial de Fútbol del 2010. Al bajar visité el barrio musulmán Boo Kaap (en la fotografía), con sus casas de colores donde vivieron los esclavos tras su liberación en 1838. Por la amplia avenida Heerengracht me dirigí al Castillo de Buena Esperanza, inaugurado en 1666, a la plaza Grand Parada y al Ayuntamiento donde Mandela pronunció el primer discurso tras su liberación. Recorrí el desolado Distrito 6 del que en 1968 el Gobierno desalojó por la fuerza a 60.000 personas, que todavía viven en chabolas de las afueras, y arrasó sus viviendas. Como dije ya, Ciudad del Cabo es la capital política y delante del Parlamento hay una estatua de la Reina Victoria cuando cumplió 50 años de reinado. Cerca está el Slave Lodge, donde antiguamente dormían hacinados los esclavos, sin ventanas ni servicios, así como el lugar en que los vendían. Segui a la Catedral anglicana de San Jorge, en cuya cripta acogía el Arzobispo Desmond Tutú a los perseguidos durante el apartheid y que hoy es «The Crypt «, un bar con muy buena música. Hice luego un largo recorrido por The Company Gardens, lugar que antiguamente la compañía holandesa Vereenidge Oost-Indische Compagnie (VOT) dedicaba a cultivar alimentos para sus barcos. Y tras visitar el Southafrican Museum y el Planetario dejé la ciudad y fui al Valle de Constantia donde desde el año 1600 se cultivan las vides de las que salen unos de los mejores vinos del mundo. Tras comer en un restaurante de la zona, visité Groot Constantia State, cuyas preciosas construcciones de la época están protegidas como monumentos, así como sus enormes y modernas bodegas donde participé en una cata de sus magníficos vinos. De vuelta, subí a la Montaña de la Mesa, que tiene la friolera de 700.000 millones de años y desde la que se contempla Ciudad del Cabo en toda su grandeza. Luego regresé al hotel y después de cenar me acostaré pronto, pues tengo que levantarme a las 4 de la mañana para ir al aeropuerto y volar a Johannesburgo, para seguir luego a las Cataratas Victoria (Zimbabwe). ¡Dura vida la del viajero….pero vale la pena!. (Foto: Lajos Spiegel)