La Coruña, 31 de octubre del 2016
Con este artículo de hoy finalizan los 14 fedellos que he dedicado a mi fantástico e inolvidable recorrido por Sudáfrica, Zambia y Zimbabue. Remedando el título de la exitosa y Oscarizada pelicula, constituyen mis «Memorias de África». A causa de la intensa y pertinaz sequía, pues no llueve desde mayo, campos , bosques y selvas están totalmente secos, provocando hambruna y la muerte de muchos animales, sobre todo hipopótamos, elefantes, peces, etc. y más del 40 por ciento de paro, sobre todo en Johannesburgo y Pretoria. Y para agravar la situación económica la corrupción está tan extendida que hasta el propio Presidente de la nación está incurso en un proceso judicial vergonzoso, por la apropiación indebida de cientos de millones de dólares para la construcción de su gigantesca e hiper lujosa residencia privada. Es de mencionar que en la mayoría de las ciudades y puntos de interés turístico apenas hay vendedores ambulantes (comparando con otros países) y no son insistentes ni molestos, y hay muy pocos niños mendigando, pese a un fuerte paro que va en aumento. Los hoteles en que estuve eran todos muy buenos, pero merece especial mención «The Kingdom», en Victoria Falls (en la foto, conjunto escultórico que hay a la entrada del auditorio, una gran sala de arte y tiendas), inaugurado el 6 de agosto de 1999 por el Presidente Mugabe, y que el 3 de noviembre de 1998 había recibido una distinción especial por parte del Ministro de Minas, Medio Ambiente y Turismo por la puesta en valor de las piedras y maderas nobles utilizadas en su construcción y la conservación de un lago natural, alrededor del cual está edificado el complejo hostelero, en el que hay muchos y variados peces, patos de muy llamativos colores, e incluso crías de cocodrilos. Sus extensos jardines contienen árboles centenarios, y en su parte central hay un bello templete para la música y el bar, que es circular y en cuyo centro hay una gran fuente en forma de copa, sostenida por 4 enormes pavos reales de hierro forjado y rematado con una bella cúpula. Casino, un amplisimo hall, doble piscina que parece una prolongación del lago, tiendas, un amplio comedor circular abierto hacia el jardín, completan el soberbio conjunto que disfruté tres días. El hotel cuenta con una monumental entrada con amplio estacionamiento y un buen cierre perimetral con dos accesos muy vigilados. Las calles que lo bordean tienen grandes badenes artificiales con unos letreros de advertencia en los que se lee: «Dead Slow» (Policías muertos). Auténtico humor negro, y no lo digo por la población, que es un 90 por ciento de ese color, y que pese a su aplastante mayoría, hasta que con Nelson Mandela finalizó el Apartheid estaban totalmente sometidos por los blancos. ¡País!.