Me deja pasmado la facilidad que tiene Luis Enrique a la hora de hacer amigos. Quizás la soberbia y prepotencia no le permita ver la realidad de la vida. Es importantísimo saber perder, y necesario saber ganar para saber perder. Pues bien el entrenador que quiere desbancar a Mou en el ranking de los menos queridos lleva camino de coliderar esta clasificación en la que el portugués era líder destacado  y sin el más mínimo indicio de poder dejar la primera plaza.

En fin, una tristeza que los dos grandes clubes de España se hagan un poco más pequeños a la hora de contratar entrenadores que no dan la talla sencilla en lo que a educación y ejemplo de lo que algunos queremos para los más jóvenes. Que les aproveche al asturiano y al portugués estar en las alturas y que recuerden el refrán “Cuanto más alto se sube, más grande es la caída”. Ay, pena, penita, pena, pena de mi corazón, que estos dos personajes sean ídolos de algunos. Esta gente, aparte de coincidir en estas actuaciones coinciden en haber estado en los dos grandes y en haber salido mal de lo que fue su casa. ¿Cómo saldrá Lucho del Barça?

Pues creo que la salida del actual entrenador del Barcelona tendrá mucho que ver con la respuesta de los azulgranas en los próximos partidos de liga. Lo tenían todo en bandeja para convertirse en campeones y ahora, aunque con ventaja, no se las prometen tan felices.

Pasando página y también por alto el capitulo del 0-8 del miércoles en Riazor, con el ánimo de no despistar a una plantilla a la que le quedan dos partidos en casa contra el Getafe y Real Madrid y uno fuera de Riazor ante el Villareal para acabar una liga que parecía tranquila y que de hecho cualquiera hubiésemos firmado a principio de competición. Ahora toca trabajar y trabajar para conseguir matemáticamente el objetivo de la salvación y a posteriori trazar un guion para prevenir el volver a hacer una segunda vuelta tan pobre.

Al bajón de la segunda vuelta algunos le encontramos un indicio en la autocomplacencia que algunos mostraron buscando excusas para no marcarse metas mayores y esconder carencias y errores propios. A veces hay que hacer mas autocritica con el ánimo de mejorar. Es posible que las lesiones, suerte y algún que otro mal arbitraje nos hayan perjudicado, pero también puede ser cierto que  la suerte, las sanciones y la lesiones de los rivales también perjudicasen a al resto de equipos. Ahora lo importante para salvar la categoría es creer en nuestras posibilidades y no la búsqueda de cobijo en los errores de los equipos que militan en la parte baja de la clasificación.

Sería un apena tener que esperar más tiempo para asegurarnos la permanecía y en consecuencia cumplir un objetivo que parecía fácil después de haber tenido una liga tranquila. ¡Forza Depor!

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