Curiosamente hace unos cuantos años un árbitro de fútbol designado para dirigir el derbi gallego entre el Celta de Vigo y el Deportivo de La Coruña concluyó que las primeras equipaciones de ambos conjuntos se parecían. Como persona encargada de hacer cumplir el reglamento, el mismo colegiado se atribuyó la potestad de mandar sustituir la primera equipación del equipo visitante por la segunda con el ánimo de evitar posibles confusiones. Ante la sorpresa de los allí presentes, que llevaban desde tiempos inmemorables viendo disputarse los clásicos gallegos con la elástica celeste y blanquiazul a rayas respectivamente, decidieron cumplir con la máxima obediencia y asombro la decisión tomada con el trió arbitral.

Me parece correcta la decisión de ambos clubes de cumplir las instrucciones del hombre de negro. Hasta ahí y pese a la diferencia existente entre ambas elásticas se puede aceptar que el individuo en cuestión tuviese algún problema de visión y que el resto actuase según el reglamento obedeciendo las órdenes del juez.

Pero lo que me resulta sorprendente es que con el paso del tiempo haya podido este personaje influir sobre los demás jueces que en lo sucesivo y hasta fecha han dirigido este tipo de encuentros. Desde ese día en partido oficial, y salvo que haya sucedió en algún partido amistoso en que no existiese semejante rigidez, el Depor y el Celta y viceversa no han vuelto a disputar el derbi con sus primeras camisetas. A este personaje se le pudieron parecer las camisetas, incluso pudo actuar movido por un capricho, todos los tenemos en ocasiones, pero lo que no llego a entender es como el resto de árbitros designados desde la fecha para arbitrar estos partidos siguen enrocados en hacer buena la decisión de un hombre que a buen seguro y a fecha de hoy no sabe ni por qué hizo semejante cosa.

Si vemos como el funcionamiento en este tipo de actuaciones tan sencillas de arreglar se perpetua en el tiempo es cuando comprenderemos el que muchos y cada día más pidamos en voz alta rotaciones, innovación y formación para los encargados de dirigir organismos como la Real Federación Española de Fútbol, Liga de Fútbol Profesional, Comités de Disciplina Deportiva, Comité de Competición, Comité Técnico de Árbitros y Asociación de Futbolistas Españoles. Vemos como algunos, aunque no todos, siguen anclados en un pasado sin evolución. En fin, sería bueno que pronto llegue el día en que alguien tenga la generosidad de arreglar cosas tan sencillas sin complejo a dar marcha atrás reconociendo errores del pasado.

Este tipo de cosas harán que pronto las peñas de Celta y Depor vayan de la mano en pro de conseguir que los equipos de sus amores vistan en un derbi gallego los colores que les corresponden. Como no hay que mal que por bien no venga, es bonito ver como de vez en cuando deportivistas y celtistas compartimos criterios. ¡Forza Depor!

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