Dicen las lenguas “vespertinas” que lo primero que hace Gelo García, Alcalde de Oleiros (La Coruña), es mirarse en el espejo, esperando que le diga que es “el mejor regidor de la comarca”. Pero de unos meses a esta parte (al igual que le sucedió a la bruja-madrastra de Blancanieves), el espejo le dice que no tiene el cetro, que quien lo posee es José-Ramón Riobóo (en la fotografía), alcalde de Culleredo (La Coruña).
Es por eso, que al gerifalte de los que “alternan con los vecinos” le ha dado un ataque de celos tal, que no se cura ni con las “castañas de la India”, ni con los emplastos “milagreiros” del famoso curandero “El Ancares”. Y todo porque Riobóo piensa más con la cabeza que con las tripas, y no se aviene a las formas y maneras de protestar de que hace gala el pseudo-comunista y tamborilero Geluco García, más propias de una república bananera que de un país civilizado y democrático.
Si no hace mucho un grupo de ciudadanos, montados a caballo, protestaron por la ignominiosa y grosera caricatura de Mariano Rajoy que los de Geluco colocaron junto al Hábitat del Puente del Pasaje, es ahora el Alcalde de Culleredo el que estima que esa caricatura no debe asociarse a las reivindicaciones por los problemas existentes en la Nacional VI (un dato curioso: para protestar ante los mandamases nacionales, y que el “agravio” sea más fuerte, se “acuerdan” ahora que esa carretera es la Nacional VI, cuando ellos la han bautizado hace tiempo como Avenida das Mariñas). Y es de una bajeza zafia que Geluco trate de descalificar a Riobóo llamándole “rapaciño” y “noviño”, cuando José-Ramón le supera en formación académica, nivel social, juventud, bonhomía,….y hasta en atractivo físico (según las mujeres).
Cual viejo gallo “desplumao” y senil, Gelo no asimila que carece de su pretendido liderazgo de la comarca. ¡País!. (Foto: Lajos Spiegel)