A lo largo de la historia, el 20 de noviembre, hoy “Día de los Derechos del Niño”, ha sido fecha de acontecimientos mundiales. En el año 284, Diocleciano (gran azote de los cristianos) fue elegido emperador de Roma; en el 1500 llegó a Cádiz, encadenado, Cristóbal Colón; en 1789, New Jersey fue el primer Estado en ratificar la Constitución USA; en 1936 fusilaron a José-Antonio Primo de Rivera, en la prisión de Alicante; en 1945 se iniciaron los Juicios de Núremberg, contra los nazis; en 1959, la ONU creó el “Día Mundial del Niño”; en 1975 falleció el general Francisco Franco; en 1985 salió a la venta el Windows 1.0; en 1994 se firmó el final de la Guerra de Angola; y en el actual 2016 el Papa Francisco I clausuró el “Jubileo de la Misericordia”. Y ese mismo día (hace hoy 6) cumplió 16 años mi querida nieta Lucía, y nada menos que 100 años mi buen amigo Edmundo Varela Sande, a quien vemos en la fotografía con su hija Clara. Y con permiso de mi nieta, es a Edmundo a quien dedicaré este “fedello”. Nacido en el municipio coruñés de Arteixo, en 1906, vivió casi toda su vida en La Coruña. Su padre, Ramón Varela, fue secretario del Ayuntamiento de Arteixo, y Edmundo siguió su estela como funcionario municipal, pero en La Coruña. Fue allí donde le conocí, durante mi etapa como Teniente de Alcalde de la Primera Corporación Democrática herculina. Desde el primer momento me impresionó su bonhomía, así como su capacidad y calidad profesional. Hoy en día aún se recuerda su paso por el Palacio de María Pita, donde había sido secretario del famoso alcalde Alfonso Molina. Y para celebrar su siglo en plena forma, su amplia y estupenda familia le hizo una gran fiesta en el Hotel Attica 21. ¡Que se repita, y yo que lo vea!. (Foto: Lajos Spiegel)