Se acaba una semana que comenzó en Zúrich con la entrega del Balón de Oro 2014. Una gala que aporta glamour a este deporte y reúne a lo más granado del fútbol mundial. El resultado de los premios va en gustos y opiniones peroduele que no se haya hecho ninguna referencia aAlfredo Di Stéfano, uno de los más grandes de la historia fallecido en 2014. El resto de galardones recayeron enmagníficos jugadores aunque no hubiera estado de más incluiren el 11 ideal de la FIFA a Diego Costa –auténtica sensación de la pasada campaña- y a Godín, en lugar de Roben y Thiago Silva, grandísimos peloteros pero no tan determinantes como los atléticos el pasado año.

Estos premios han puesto en evidencia el dominio absoluto de Cristiano Ronaldo y Messi en la pelea por el máximo galardón individual. Dos iconos del fútbol mundial que se disputan casi en exclusiva el Balón de Oro desde hace siete años. Un lujo para la Liga española poder disfrutar cada semana de estas dos estrellas.

Y uno de ellos podemos verlo este domingo en Riazor, a no ser que a Luis Enrique le vuelva a dar otro ataque de entrenador y lo deje en el banquillo, cosa poco probable debido al revuelo levantado en la ciudad condal la pasada semana.

El argentino no está viviendo su mejor etapa en Barcelona. Sus problemas con el fisco, las desavenencias con el entrenador, así como las dudas que transmite sobre su futuro deportivo, dejan ver un malestar con el entorno azulgrana. Esta polémica está además alimentada por informaciones que llegan de la Premier League sobre un posible fichaje por uno de los grandes clubes ingleses.

Tribulaciones personales aparte, el partido del domingo se presenta muy difícil para el cuadro que dirige Víctor Fernández. El Barça es uno de los mejores equipos del mundo (4º en 2014 según la FIFA) y no quiere volver a llevarse otra sorpresa como la de hace dos jornadas en Anoeta.En aquella ocasión con Messi y Neymar de suplentes en el inicio del partido. Gastroenteritis repentinas al margen, no se espera que el técnico asturiano vuelva a dar una ventaja inicial a sus rivales y lo más probable es que veamos a los once mejores jugadores azulgranas sobre el césped.

Las esperanzas coruñesas se centran en la evidente mejoría del equipo en casa -ha sumado dos victorias consecutivas-, en desplegar una defensa casi perfecta y aprovechar las oportunidades que pueda dejar el Barcelona para contragolpear. Parar a Messi, Neymar y Luis Suárez es una tarea complicadísima para los mejores equipos de Europa y al Depor le va a tocar sufrir durante los 90 minutos. Todo lo que no sea perder sería considerado como un magnífico resultado.

En cualquier caso, las posibilidades de salvación del Deportivo no deberían pasar por este partido si bien no hay que olvidar que los coruñeses cierran la Liga en Nou Camp en la última jornada de Liga. Allí habrá que llegar con los deberes hechos para no tener que esperar un milagro.

Colaboración by pgarcia_ramos@hotmail.com en DXT Campeón el jueves día 15 de enero de 2015

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