Johannesburgo (Sudáfrica), 26 de octubre del 2016
Hoy ha sido el. último día de mi magnífico viaje por África del Sur y lo dediqué a realizar un detenido e interesante recorrido por Johannesburgo. Con el fin de aprovechar al máximo el tiempo me levanté a las 6.30 de la mañana y una hora más tarde me recogió mi chófer-guía, un simpático y muy competente escocés llamado Marc Holcroft. Nuestra primera visita fue a la residencia particular en que Nelson Mandela pasó sus últimos diez años. Es una zona de alto nivel, con amplias y ajardinadas calles. Segui a Constitution Hill, llamada así porque en esa colina se encuentra la Corte Constitucional, sentándome en el sillón de uno de los 11 magistrados. Por cierto que me pusieron una pulsera para que también pudiera visitar la antigua prisión de los blancos y la de los negros del Viejo Fuerte (Old Fort Prison, en la fotografía) donde estuvo preso Nelson Mandela en dos ocasiones. Las celdas de negros eran para 20 pero hacinaban hasta 40, con un solo váter abierto y una pequeña pileta baja. También había allí una prisión para mujeres. Tras un ilustrativo recorrido urbano atravesamos el Puente Nelson Mandela, que no salva río alguno, sino las numerosas vías de la estación de ferrocarril. En el área de New Town visité el Museum Africa, que ocupa un grande y bello edición y que alberga, entre otras muchas cosas, soberbias colecciones de arte africano. Pasando por la M. Fitgerald Square, New Junction y el Market Teater segui hasta el rascacielos del Carlton Center conocido como «The top of Africa » (la cima de África), cuya planta baja y dos sótanos forman un gran centro comercial. En el primer sótano, previo pago de 15 rands, subí al ascensor directo que en menos de un minuto me trasladó a la planta 50, en la que disfruté de una muy completa vista de la ciudad. En la Ferreira St, esquina a la calle Anderson, invité a Marc a una cerveza, para paliar un poco el fuerte calor. Continuamos luego por la conocida Diagonal Street, el edificio de la antigua Bolsa de Cambio, la Corte Suprema, la sede del Anglo American, resultando muy curiosa la legión de vendedores ambulantes entre tan altos edificios, así como los anuncios pegados por todas partes en las que ofrecen desde alargar el pene a realizar un aborto o encuentros de mujeres. Segui por el Ayuntamiento, la Estación del tren, Phoenix College, la Estación de Autobuses que van a otros países africanos…. Por cierto que en Newtown aún se conservan muy bellas casas antiguas de llamativos colores (Rosenbergs, Champion, etc) algunas con preciosos balcones de hierro forjado. Ya en las afueras, en una zona de acogedores parques se encuentra el Zoo y su lago. En suma, un conjunto de lugares dignos de ser visitados. Ya a la tarde, salí para el aeropuerto, con el fin de iniciar mi viaje de regreso a España. ¡Hasta la vista, África!. (Foto: Lajos Spiegel)