En fútbol conseguir puntuar fuera de casa sobre papel parece bueno, antes o después del partido podíamos contentarnos con un u otro resultado, pero lo que suele pasar es que las circunstancias influyen a la hora de considerarlo bueno o malo. Si tenemos en cuenta que el viernes jugábamos con el colista a priori el punto parece poco, pero si apelamos a que jugamos con uno menos y que el árbitro pitó en contra de nuestros intereses logramos llegar a considerarlo bueno. Pero también sabemos que cuando finalice esta jornada sabremos si el punto cosechado en Córdoba es un buen o mal resultado. Todo depende de lo que hagan los equipos que compiten en nuestra liga. Si los inmediatos perseguidores del Depor suman más de un punto nos habrán restado la ventaja con la que contábamos y por lo cual el resultado sería malo. Si además de esto al final de la jornada los resultados nos dejan en puestos de descenso directo consideraremos la jornada como maldita, pues estos puestos pueden llegar a pesan como una losa en la espalda, encoger el chut de nuestros futbolistas, atrofiar los músculos, mermar la confianza de nuestros profesionales o poner nerviosa a la hinchada. En una misma jornada podemos pasar del bueno al malo con mucha facilidad. Aun recordamos que bonita era aquella tensión que se vivía cuando casi todos los partidos de la jornada se disputaban a la misma hora, radio en mano, y subiendo y bajando puestos en la tabla clasificatoria en cada momento y en cada circunstancia. Y para enredar un poco más en esto del bueno y malo, es importante contar con cada uno de los analistas que emitimos nuestro diagnostico, pues sin lugar a dudas lo haremos de forma diferente. O sea, depende de muchas circunstancias el que un resultado sea bueno o malo. De ahí la canción “Depende” del grupo de pop español Jarabe de Palo que reza en su estribillo “depende depende ¿de qué depende? de según como se mire, todo depende”. Después de este rollo que os acabo de atizar, esperemos que los resultado de esta jornada hagan bueno este punto conseguido en Córdoba.

Lo que está claro y anunciado a los cuatro vientos es que este año las vamos a pasar canutas, pero tampoco hace falta que nos repitan día sí y día también y a todas horas que vamos a sufrir mucho. No somos nuevos en esto de sufrir los que formamos parte de la familia blanquiazul, de hecho las cosas nunca son porque sí, nos hemos ganado a pulso los muchos logros cosechados y es ahí es donde somos fuertes, sabemos cómo y cuando tenemos que hacer las cosas. Por eso, recordar que la misión del aficionado deportivista es exigir, motivar y animar en pro de salvaguardar los intereses de nuestro querido Real Club Deportivo de La Coruña. Aparte de esta indudable experiencia jugaran a nuestro favor el ser de tierra de meigas, pues meigas habelas hailas, conocemos diferentes métodos para protegernos de ellas, da igual llevar el diente de ajo que la castaña, el caso es entonar con energía un ¡Forza Depor!

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