Artículo by Pablo García-Ramos Macho en DXT Campeón el jueves 12 de diciembre de 2013.
Una semana antes de la celebración de una Junta de Accionistas que se antoja encendida, se presenta la candidatura de Augusto César Lendoiro a unas elecciones que no todavía no tienen fecha concreta. El Colegio de los Salesianos acogerá al veterano presidente, el mismo lugar donde hace 25 años presentó sus credenciales para llevar las riendas del equipo coruñés. ¿Qué ha pasado desde entonces?
En el último cuarto de siglo, el RCD pasó de coquetear con la segunda división B a conseguir el campeonato de Liga, dos Copas de Rey, y tres Supercopas. Para ponerlo en valor hay que decir que en toda la historia de la competición española, sólo nueve clubes han sido capaces de levantar el trofeo de la regularidad, entre ellos el Depor.
En esta etapa, el equipo participó en la antigua Recopa y Copa de la UEFA, y brilló de manera especial en la Champions League. El Depor era un equipo conocido, respetado y admirado en toda Europa. En el recuerdo aquella semifinal contra el Oporto que estuvo a punto de meterlo en la final de la Copa de Europa.
En el apartado organizativo, se acometió la conversión del Club en Sociedad Anónima Deportiva, proceso en el que se optó por una fórmula que garantizase que el capital estuviera atomizado y no concentrado en unos pocos accionistas.
Por último, la masa social del Depor se multiplicó y hoy es de los pocos campos –incluidos los de primera división- que puede presumir de cubrir tres cuartos de la grada jornada tras jornada.
Tras este bagaje, que hay poca gente que lo discuta, hay que analizar cómo se encuentra la entidad a día de hoy. Una deuda cercana a los 170 millones de euros, el Club en concurso de acreedores y con la amenaza de liquidación, hacen pensar que se necesita un plan de rescate para sacar la empresa adelante.
Bajo la dirección de Lendoiro el RCD ha tocado el cielo y ahora ha descendido a los infiernos. Varios candidatos han presentado sus programas centrados en la viabilidad del Club porque entienden que la situación es de máxima alarma.
Durante los últimos meses Lendoiro ha permanecido en silencio, quizás demasiado tiempo. Ahora le toca hablar. De poco vale recordar un pasado glorioso, toca hablar de futuro con seriedad y rigor.
Son muchos los aficiones críticos con Augusto pero también son legión los que siguen confiando en él y esperan que el de Corcubión vuelva a sacar un conejo de la chistera. Esta tarde explicará su plan para salir de una situación límite a la que se llegó, y no hay que olvidarlo, bajo su mandato.
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