By Roberto L. Moskowich
Durante mi periplo por las Islas Canarias recibí un correo electrónico de mi buen amigo Pablo Barrón, un periodista coruñés afincado en Barcelona con el que he compartido animados debates en el programa “La Bitácora” de Popular TV, en el que de forma escueta me informa de la jubilación de nuestro común amigo José-Luis Naya, a quien vemos en el centro de la fotografía durante la comida a los medios informativos del último “Trofeo Teresa Herrera”.
Con la jubilación de José-Luis Naya, un hombre de la radio al que recuerdo hace muchos años en la desaparecida “Radio Juventud” (en mis inicios periodísticos) y también en las filas de la más que centenaria Coral Polifónica “El Eco” (que tuve el honor de presidir casi catorce años), la megafonía del Estadio de Riazor se quedará prácticamente huérfana, dados los muchos años que Naya lleva ejerciendo esa función en el histórico recinto deportivo coruñés.
Durante su larga trayectoria empuñando el micro en el Estadio, Naya ha protagonizado numerosas anécdotas y provocado en más de una ocasión el aplauso o la hilaridad de los miles de aficionados que escuchamos su voz a través de la megafonía, demostrando siempre un deportivismo de muchos quilates, aunque en alguna ocasión su forofismo y sus arengas le colocasen al borde lo “no políticamente correcto”.
Creo que el trabajo y la bonhomía demostrada por José Luis Naya a lo largo de todos estos años le hacen acreedor a un homenaje popular, que bien podría promover el R. C. Deportivo, o la Asociación de la Prensa Deportiva Coruñesa, entidad que preside desde hace unos meses nuestro excelente y común amigo Andrés Ríos. (Foto: Lajos Spiegel)