El pasado mes de mayo visité el Estambul europeo y el asiático, ciudad impresiónate por sus gentes y su historia. Uno de los monumentos que más me impresionó, con el permiso entre otros de la Mezquita azul, el palacio de TopKapi y Santa Sofía fue la torre Galata. Desde esta torre construida por los genoveses podemos disfrutar de una vista completa de la antigua Constantinopla y de la indescriptible belleza del bósforo, mar Mármara y el Cuerno de oro.

Esta torre de mide 61 m, siete menos que nuestra querida torre de Hércules, esta en la cima de la colina de Gálata y para acceder a su mirador podemos llegar a través de sus 143 escalones o de un moderno ascensor. La torre de Galata actual fue construida por los genoveses en el año 1348, con el objetivo de ser el baluarte del recinto amurallado que debía protegerlos de los eventuales ataques de los bizantinos. Los genoveses la llamaron «la torre de Cristo” durante la época otomana, y fue utilizada como prisión para encarcelar a los prisioneros de guerra, Un poco mas adelante se utilizó como observatorio desde donde poder divisar la llegada de los barcos a la ciudad y atalaya de vigilancia de incendios.

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