De camino al estadio se perciben buenas vibraciones en un grupo de niños alegres del colegio Torrente Ballester de Cambre que van uniformados con camisetas, gorras y pancartas. Cecilio Fernández (Ceci) anuncia la derrota del Sevilla y el secretario del colegio de abogados Augusto Pérez-Cepeda apuesta por una nueva victoria del Dépor. Ganar este partido supondría cuatro victorias consecutivas, empatar a puntos con el tercer clasificado y dar un golpe en la mesa presentando la candidatura deportivista como un serio aspirante a los puestos de Champions League. Todo es posible después de comprobar el buen estado de forma de los Aranzubia, Lopo, Riki y compañía durante el inicio liguero.
Comienza el partido y comprobamos que el canterano Iván Pérez es titular. Seguro que Tito Ramallo, entrenador del Fabril, lo tiene bien aleccionado. El ánimo de la grada demuestra la confianza en el equipo y Juan Rodríguez, que no quiere hacer sufrir a la parroquia deportivista, marca un tremendo golazo, al mejor estilo José Luis Vara.
Llegamos al descanso y advertimos que en la grada están mis amigos y ex- deportivistas Aira y Maikel. Después de saludarlos compruebo que siguen llevando en las venas sangre blanquiazul. La confianza en la victoria se siente al ver en los pasillos del ambigú las caras alegres del presentador de TVG Paco Lodeiro y del ex-entrenador deportivista Luis Rodríguez Vaz.
En la segunda parte el Dépor juega un partido serio y la grada empieza a cantar el habitual “Valerón, Valerón, Valerón” cuando éste salta al campo. Acaba el partido con plas, plas, plas y un “Fuerza Dépor” como remate final de la jornada.
Ahora las Peñas del Dépor tienen previsto desplazarse a Valladolid. Qué bonito sería imitar a la Mareona, el movimiento masivo de peñas del Sporting de Gijón. La temporada pasada abarrotaron las gradas de Riazor, Getafe, Valencia y Santander y esta vez amenazan con agotar las entradas que el Dépor ponga a su disposición.
Aprovechando el desplazamiento a Pucela, recomiendo hacer una parada en el Mesón de Quiñones en Celada de la Vega – Astorga, donde los productos estrella son la cecina, los huevos fritos con zorza, jamón serrano y lomo. Una vez en Valladolid se impone una caminata para estirar las piernas por el fantástico paseo de Zorrilla, uno de los lugares más conocidos y emblemáticos de la ciudad. El restaurante La Parrilla de San Lorenzo es el referente gastronómico con sus platos de lechazo, cochinillo, cabrito y los chuletones de Ávila o Sanabria. Y para celebrar el triunfo pueden tomar una copa en el Pub Guantánamo. Eso sí, si deciden ir, no lleven nada naranja. También encontrarán buena música y mejor ambiente en la Plaza Poniente, cercano a la plaza mayor.
Artículo escrito por Federico García Poncet y publicado en el diario DXT Campeón el pasado 20 de octubre de 2009.