Hace unos días prometí que, cuando terminase su lectura, dedicaría un artículo al libro “Baixo o signo de Eros”, que del que es autor el destacado escritor y poeta lucense Xulio López Valcárcel. Y hoy, una vez rematada tan grata tarea, que resultó muy interesante e ilustrativa, cumplo gustosamente con lo prometido.
Editado por “Medulia Editorial” (primera fotografía) e ilustrada por Ángela Gavilán, la imagen de la cubierta es una reinterpretación de la obra de Caspar David Friedrich, mientras que la fotografía que figura en la solapa e ilustra el breve currículo del autor de Tucho Calvo. A destacar que este “Relatorio de vidas e amores” está muy bien impreso, y su lectura resulta muy fácil y cómoda.
En la contraportada del libro, Xulio escribió: “Sinatra chegou á Coruña no declive da súa carreira pero mantivo unha imperturbábel dignidade e esforzouse en permanecer todo o tempo de pé. Comprometido coa música e respectuoso co público, debullaba as palabras como quen debulla grans dunha mazorga de ouro”.
Y, en un tarjetón, me puso lo siguiente: “Moitas grazas, amigo Moskowich, pola túa sempre xenerosa axuda. “Baixo o signo de Eros” é un relatorio de vidas e amores de diversos e moi variados personaxes de todas as épocas, desde a Antiguidade a Actualidade, de Alexandro Magno a Frank Sinatra e de Cleopatra a Marilyn Monroe, tratados cun gran aparello documental e con multitude de detalles e anécdotas descoñecidas ou pouco divulgadas. Oxalá sexa do teu agrado. Unha aperta cordial”.
Basándose en un verso de la canción de Adrián Flores que dice “Oye esta canción que lleva alma, corazón y vida”, divide el autor su bien hilvanada creación en tres bloques, bajo las respectivas denominaciones: “Alma”, “Corazón”, y “Vida”.
El texto, muy cuidado desde el punto de vista literario, es sumamente entretenido, con la ventaja de que, al ser relatos o historias independientes, no tenemos que recordar ni tramas ni personajes anteriores. Sus 305 páginas resultan sumamente amenas, e historia tras historia el autor logra captar nuestro interés, convirtiendo en una gozada la lectura de “Baixo o signo de Eros”, motivo por el cual se la recomiendo de todo corazón en la certeza de que agradecerán mi desinteresado consejo.
Y para rematar, les diré que este valioso y entretenido libro fue escrito en la ciudad de La Coruña durante el actual invierno, duramente sacudido por la Covid-19. ¡Algo bueno había de traernos el maldito Coronavirus!.
Sigo con libros. Sobre la exitosa novela “Los atardeceres de Julia”, de la que es autora Celia Velasco-Saorí y de la que publiqué una breve crítica literaria de Julio López Amado, mi buena amiga Edel Suárez, de “La Superpapelería”, escribió lo siguiente: “No la he leído y recuerdo vagamente la peli…. tengo que comprar el libro… cuando salga a La Coruña….pues estoy encerrada en casa. No puedo opinar por esa razón…. cuando la lea… te digo. ”
Y el ya mencionado Julio López-Amado me remitió este guasapo de agradecimiento: “Roberto, te agradezco tu mención de hoy, que realmente has favorecido a la escritora merecidamente. Donde realmente realicé un buen trabajo ha sido en Punto Radio y en Canal Noroeste. Gracias por tu atención. Un abrazo”.
Por su interés general me hago eco de la petición de Marta Santalices publicada en un grupo de “Facebook” al que pertenezco: “Buenas noches. Apelo a la responsabilidad individual de todos aquellos que tienen perro. Tengo dos niñas muy pequeñas, una va en carrito todavía. Me cuesta muchísimo salir de paseo con ellas, o simplemente la ruta diaria de ir y venir a la guardería, y no traer una caca en las ruedas del carro. Intento ir pendiente, pero, aun así, llevar a una niña de la mano y empujar el carrito con la otra al mínimo despiste, ¡zas! Ya me traigo el premio para casa. Es una cuestión de civismo, por favor, además de una obligación de los dueños el recoger los excrementos de su perro. No sé si esta página es el foro más indicado para esto. Si no es así, disculpad. Gracias”.
La gran familia artillera está de luto, especialmente los integrantes del activo y simpático Grupo RACA 28, de La Coruña, al que tengo el honor de pertenecer, ya que falleció José-Luis Debén (con barba, en el centro de la segunda foto). Recordaba Ramón Mella que el finado Debén cantaba muy bien, tanto en la “Tuna de Veteranos” como en “Amizades”.
Por su parte, Carlos Brea escribió lo siguiente: “Nuestro amigo y compañero artillero don José Luis Debén ha fallecido, ya está con nuestra Patrona Santa Bárbara bendita. DEP. Un fuerte abrazo a su familia y a todos. (Remitido por nuestro Coronel Guillermo)”. Y añadió:
“Me confesó a mí, en La Catedral de Oleiros, nuestra última comida de Artilleros, que era feliz con su nueva novia, pero que estaba muy malito, el pobre. Tomaba un montón de pastillas, en esa última comilona (muy buena, por cierto) no en ese sitio del txoco de la foto, sino en La Catedral en el Agra de Brea de Oleiros, se sentó justo frente a mí. Y como tenía que cuidarse me pasaba la mitad de su ración. Se cuidaba. Yo llegaba con hambre de lobo, después de estar en el gimnasio y nadando en La Solana, rascando las pelotas, y al llegar devoraba todo con buen saque… Y el pobre Debén disfrutaba. Y cantaba a los postres, era una figura. Él y Cherry cantaban muy bien. El Brigada Peinó se escarallaba de risa. Buenos tiempos entrañables. DEP”.
Finalizo por hoy, pero les prometo que seguiré publicando más crónicas de este “Estado de Alarma-Toque de queda”, que estoy deseando que se acabe de una puñetera vez. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)