En los albores de un 2021- que nos llena de preocupación-, despedimos a un 2020 cargado de tristezas, sinsabores y un mucho de incertezas.
Un 2020 recibido con ilusión, si analizamos sus 365 días en muchos de ellos encontramos tribulación.
Hemos sido invadidos por un corcel devastador, que, irrumpió en nuestras vidas sin darnos tiempo a la reacción, fue tal la tempestad y el desequilibrio que su llegada produjo que, atónitos contemplábamos su destructor paseo con su espada de fuego, cual ángel exterminador, destruía cuanto encontraba a su paso arrasándolo todo.
Despidámoslo sin añoranza, cual flor marchita que rinde viaje a no se sabe dónde, se aleje de nuestras vidas con un profundo suspiro, como el viejo carruaje que al final de la singladura, queda abandonado en un rincón del vetusto patio.
Sentados en el umbral de nuestros hogares analicemos los 365 días consumidos, forman parte de nuestro devenir; son como la candela que, con luz mortecina, no dejó de iluminar nuestro caminar.
Demos entrada al nuevo 2021 ilusionados, contemplemos un horizonte diáfano y esperanzado en que la luz brille de nuevo, no dejemos se aposente la tristeza, démosle paso a la esperanza, ella llega con su mochila repleta de sueños y proyectos a realizar, quizá alguna lágrima…Dejemos nos envuelvan rumores de olas rompiendo en la arena, que nos impregnen aromas, sabores a salitre, vivamos intensamente el futuro, seguro encontramos en nuestro caminar esa mano amiga que, nos ayude a beber a grandes sorbos la vida, El año que termina se va, dejando mal sabor de boca, dejémosle ir, el pasado es ya historia, vivamos intensamente el 2021, no dejemos de hacer proyectos.
En el que finiquita quizá hayamos perdido amigos, paisajes y esperanza, comencemos de nuevo, sin dar tregua a la melancolía o a la tristeza, habremos perdido alguna batalla, pero no la guerra.
Caminemos de nuevo por la vereda perfumada, disfrutemos sus aromas, sus luces, sus rumores…
Escribamos en los pétalos en blanco de la flor que acaba de nacer, amores, sonrisas…jamás demos pábulo a la tristeza o a la melancolía, llenemos nuestra copa de VIDA, ¡seamos felices!.
Desde fedellando hacemos votos por un 2021 cargado de biorritmos positivos.