Todos los agentes de viajes y mayoristas con los que he trabajado a lo largo de mi dilatada vida como “Viajero sin Fronteras” me comentan que soy de las pocas personas que valoro y agradezco los servicios que en mis desplazamientos me prestan guías turísticos, hoteleros, transportistas, camareros, cocineros…. y hasta vendedores callejeros y gente anónima. De ello doy cuenta en las crónicas diarias que envío y publico en “21Noticias.com”, “Fedellenado.com” y en “Facebook” (donde tengo 5.000 contactos en todo el mundo), sobre cada uno de esos viajes, y los reflejo posteriormente en mis libros, incluyendo fotografías en las que aparezco con ellos. Todas están debidamente identificadas con sus nombres y apellidos, y uso la denominación genérica “Confraternizando” cuando se trata de pastores, labradores, vendedores, policías, militares, escolares, sacerdotes y santones, etc.
En muchos casos, esos guías, agentes de viaje, hosteleros, etc., con los que mantengo contacto frecuente (a veces diario) a través, sobre todo, de WhatsApp y “Facebook”, son mis “corresponsales informativos” privados. Mis frecuentes aportaciones a Tripadvisor, del que soy “Colaborador distinguido”, son otra fuente informativa muy importante en ese aspecto. Por eso, me solidarizo con Cynthia Otálora, una de las guías que tuve en Bolivia (en la foto) y sus colegas, que a la pregunta ¿Qué es un Guía de Turismo?, responden: “Para la Agencia, un freelance. Para el Gobierno, un evasor. Para el Restaurante, un liberado. Para el Hotel, una cama más. Para la tienda, un aviso publicitario. Para los chóferes, uno más de la tripulación. Para el pasajero, un pesado que impone reglas y horarios. Para la madre, un luchador. Para el hijo, un héroe. Para el cónyuge, un turista más. Para el médico, la próxima víctima”. ¡¡¡ PAREN!!!”. Y yo, obediente, paro. Mañana, les daré sus respuestas. (Foto: Lajos Spiegel)
