A los 72 años de edad, a causa de una embolia, falleció el conocido cineasta José Luis Cuerda…. Así podría comenzar una nota necrológica al uso. Pero yo no quiero hacer nada necrológico, sino dedicar mi emocionado recuerdo y admiración eterna a uno de los mayores valores mundiales que ha dado el cine español a lo largo de toda su historia. José Luis Cuerda (con quien aparezco en la fotografía que ilustra esta información) era un gran enamorado de Galicia, uno de sus escenarios preferidos, hasta el punto de que en la zona vitivinícola de O Ribeiro (Ourense) tenía su propia bodega y viñedos. De su manifiesta pasión por Galicia dejó constancia clara en sus recientes “Memorias fritas”, en las que se refería a su retiro galaico diciendo que aquí se sentía como “un centurión romano”. Recuerdo con especial cariño sus grandes películas: “Amanece que no es poco”, “El bosque animado”, “La lengua de las mariposas”, Los girasoles ciegos”, “La marrana”, “Así en el cielo como en la tierra” y “Todo es silencio”, rodada en parte en Betanzos (La Coruña).
La última vez que vi a José Luis Cuerda fue hace un par de años, precisamente en Betanzos, ciudad de la que fue pregonero de sus Fiestas Patronales de San Roque en el año 2004. Nos vimos durante celebración de la magnífica “XVII Semana Internacional de Cine” que con sumo acierto le dedicó Chema Paz Gago, Director ese acreditado evento cinematográfico, en agosto del 2017. Recuerdo que el día de la clausura nos dio un soberano susto, ya que sufrió un desmayo cuando estaba en el hotel preparándose para desplazarse al Cine Alfonsetti, quebranto de salud que le impidió asistir al cierre oficial de la “Semana”. El escritor Manolo Rivas recogió en su nombre el “Globo de Betanzos”, que le entregó la Concejala de Cultura María Rivas (hoy Alcaldesa de Betanzos). Tal cual se lo cuento. (Foto: Lajos Spiegel)